Yo soy la puerta de las ovejas.

1 En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que escala por otro lado, ése es un ladrón y un salteador;
2 pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas.
3 A éste le abre el portero, y las ovejas escuchan su voz; y a sus ovejas las llama una por una y las saca fuera.
4 Cuando ha sacado todas las suyas, va delante de ellas, y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.
5 Pero no seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.
6 Jesús les dijo esta parábola, pero ellos no comprendieron lo que les hablaba.
7 Entonces Jesús les dijo de nuevo: En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas.
8 Todos los que han venido delante de mí son ladrones y salteadores; pero las ovejas no les escucharon.
9 Yo soy la puerta; si uno entra por mí, estará a salvo; entrará y saldrá y encontrará pasto.
10 El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.

Inspiración del Espíritu Santo - Desde el Sagrado Corazón de Jesús.

Yo soy el Buen Pastor, aquel que cuida de las ovejas. Ellas se pierden, sienten hambre y se enferman a menos que yo venga a rescatarlas. Yo les abro la puerta para que puedan entrar y encontrar buenos pastos. Yo les llevo a través de las llanuras de la vida para que sean felices y disfruten de lo que tengo para ofrecerles.

Yo soy la puerta de las ovejas, no existe otra camino por donde puedan entrar. Yo siempre estoy abierto para darle bienvenida a mis ovejas, para cuidarlas y para protegerlas en el resguardo de mi fortaleza.

Cuando ellas se van de mi redil y se pierden, se están poniendo en alto riesgo, porque el lobo siempre esta listo para destruirlas.

Yo soy Aquel que da vida. Yo vine a dar vida abundantemente, no tan solo la vida que viven ahora sino la vida eterna que procede de mí.

Yo soy el Señor, su protector: Yo protejo lo que es mío. Cuando ustedes vienen a mí y se entregan a mí, se vuelven míos. En mi gozo Yo les protejo y les cuido.

Vengan a mi lado y quédense conmigo. Yo compartiré mi Espíritu Santo con ustedes para que puedan vivir para la vida espiritual que les ofrezco. Yo brillaré mi luz sobre ustedes y les conduciré a través de la oscuridad de la vida, para que se puedan sentir siempre seguros.

Las cabras son orgullosas pero las ovejas son humildes, estas dos son imágenes de los hombres. Yo me deleito en los humildes de corazón pero resisto a los orgullosos.

Sean humildes y acepten mi llamado, doblen su voluntad a mis enseñanzas, escuchen mi voz y abran el corazón para permitir que mis palabras ardan dentro de ustedes.

Yo los quiero. Vengan, síganme.

Autor: José de Jesus y María