SAGRADAS ESCRITURAS SOBRE LOS MISTERIOS GLORIOSOS DEL SANTO ROSARIO


Sagradas Escrituras - Sobre los Misterios Gloriosos del Santo Rosario   LOS MISTERIOS GLORIOSOS
La Resurrección
La Ascensión
El Descenso del Espíritu Santo
La Asunción de la Virgen María
La Coronación de la Virgen como Reina del cielo y de la tierra

Sagradas Escrituras - Sobre los Misterios Gloriosos del Santo Rosario Resurrección

Lucas 24: 1-8

1    El primer día de la semana, muy de mañana, fueron al sepulcro llevando los aromas que habían preparado.
2    Pero encontraron que la piedra había sido retirada del sepulcro,
3    y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.
4    No sabían que pensar de esto, cuando se presentaron ante ellas dos hombres con vestidos resplandecientes.
5    Como ellas temiesen e inclinasen el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo?
6    No está aquí, ha resucitado. Recordad cómo os habló cuando estaba todavía en Galilea, diciendo:
7    "Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de los pecadores y sea crucificado, y al tercer día resucite. "
8    Y ellas recordaron sus palabras.

Juan 20:13-16

13    Dícenle ellos: Mujer, ¿por qué lloras? Ella les respondió: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.
14    Dicho esto, se volvió y vio a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.
15    Le dice Jesús: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el encargado del huerto, le dice: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré.
16    Jesús le dice: María. Ella se vuelve y le dice en hebreo: Rabbuní - que quiere decir: Maestro -.   

Lucas 24:13-32

13    Aquel mismo día iban dos de ellos a un pueblo llamado Emaús, que distaba sesenta estadios de Jerusalén,
14    y conversaban entre sí sobre todo lo que había pasado.
15    Y sucedió que, mientras ellos conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió con ellos;
16    pero sus ojos estaban retenidos para que no le conocieran.
17    El les dijo: ¿De qué discutís entre vosotros mientras vais andando? Ellos se pararon con aire entristecido.
18    Uno de ellos llamado Cleofás le respondió: ¿Eres tú el único residente en Jerusalén que no sabe las cosas que estos días han pasado en ella?
19    El les dijo: ¿Qué cosas? Ellos le dijeron: Lo de Jesús el Nazoreo, que fue un profeta poderoso en obras y palabras delante de Dios y de todo el pueblo;
20    cómo nuestros sumos sacerdotes y magistrados le condenaron a muerte y le crucificaron.
21    Nosotros esperábamos que sería él el que iba a librar a Israel; pero, con todas estas cosas, llevamos ya tres días desde que esto pasó.
22    El caso es que algunas mujeres de las nuestras nos han sobresaltado, porque fueron de madrugada al sepulcro,
23    y, al no hallar su cuerpo, vinieron diciendo que hasta habían visto una aparición de ángeles, que decían que él vivía.
24    Fueron también algunos de los nuestros al sepulcro y lo hallaron tal como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron.
25    El les dijo: ¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que dijeron los profetas!
26    ¿No era necesario que el Cristo padeciera eso y entrara así en su gloria?
27    Y, empezando por Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó lo que había sobre él en todas las Escrituras.
28    Al acercarse al pueblo a donde iban, él hizo ademán de seguir adelante.
29    Pero ellos le forzaron diciéndole: Quédate con nosotros, porque atardece y el día ya ha declinado. Y entró a quedarse con ellos.
30    Y sucedió que, cuando se puso a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando.
31    Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron, pero él desapareció de su lado.
32    Se dijeron uno a otro: ¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?

Juan 20:26-28

26    Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con ellos. Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: La paz con vosotros.
27    Luego dice a Tomás: Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente.
28    Tomás le contestó: Señor mío y Dios mío.   

1 cor 15:3-8

3    Porque os transmití, en primer lugar, lo que a mi vez recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras;
4    que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras;
5    que se apareció a Cefas y luego a los Doce;
6    después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales todavía la mayor parte viven y otros murieron.
7    Luego se apareció a Santiago; más tarde, a todos los apóstoles.
8    Y en último término se me apareció también a mí, como a un abortivo.
   

Reza la resurrección

Sagradas Escrituras - Sobre los Misterios Gloriosos del Santo Rosario Ascensión

Hechos 1.3, 8-11

3    A estos mismos, después de su pasión, se les presentó dándoles muchas pruebas de que vivía, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca de lo referente al Reino de Dios.
8    sino que recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.
9    Y dicho esto, fue levantado en presencia de ellos, y una nube le ocultó a sus ojos.
10    Estando ellos mirando fijamente al cielo mientras se iba, se les aparecieron dos hombres vestidos de blanco
11    que les dijeron: Galileos, ¿qué hacéis ahí mirando al cielo? Este que os ha sido llevado, este mismo Jesús, vendrá así tal como le habéis visto subir al cielo.   

Mateo 28.16-20

16    Por su parte, los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.
17    Y al verle le adoraron; algunos sin embargo dudaron.
18    Jesús se acercó a ellos y les habló así: Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra.
19    Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
20    y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.

Lucas 24.50-52

50    Los sacó hasta cerca de Betania y, alzando sus manos, los bendijo.
51    Y sucedió que, mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo.
52    Ellos, después de postrarse ante él, se volvieron a Jerusalén con gran gozo,
53    y estaban siempre en el Templo bendiciendo a Dios.

Marcos 16.19

19    Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios.

Reza la ascensión

Sagradas Escrituras - Sobre los Misterios Gloriosos del Santo Rosario Descenso del Espíritu Santo

Hechos 2.1-13

1    Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar.
2    De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban.
3    Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos;
4    quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse.
5    Había en Jerusalén hombres piadosos, que allí residían, venidos de todas las naciones que hay bajo el cielo.
6    Al producirse aquel ruido la gente se congregó y se llenó de estupor al oírles hablar cada uno en su propia lengua.
7    Estupefactos y admirados decían: ¿Es que no son galileos todos estos que están hablando?
8    Pues ¿cómo cada uno de nosotros les oímos en nuestra propia lengua nativa?
9    Partos, medos y elamitas; habitantes de Mesopotamia, Judea, Capadocia, el Ponto, Asia,
10    Frigia, Panfilia, Egipto, la parte de Libia fronteriza con Cirene, forasteros romanos,
11    judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos les oímos hablar en nuestra lengua las maravillas de Dios.
12    Todos estaban estupefactos y perplejos y se decían unos a otros: ¿Qué significa esto?
13    Otros en cambio decían riéndose: ¡Están llenos de mosto!    

Hechos 2.16-21 * Joel 3.1

16    sino que es lo que dijo el profeta:
17     Sucederá  en los últimos días, dice Dios:  Derramaré mi Espíritu sobre toda carne,  y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros jóvenes verán visiones y vuestros ancianos soñarán sueños. 
18     Y yo sobre mis siervos y sobre mis siervas derramaré mi Espíritu. 
19     Haré prodigios  arriba  en el cielo  y señales abajo  en la tierra. 
20     El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes de que llegue el Día grande del Señor. 
21     Y todo el que invoque el nombre del Señor se salvará. 

Hechos 2: 36 - 41

36    Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel que Dios ha constituido Señor y Cristo a este Jesús a quien vosotros habéis crucificado.
37    Al oír esto, dijeron con el corazón compungido a Pedro y a los demás apóstoles: ¿Qué hemos de hacer, hermanos?
38    Pedro les contestó: Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo;
39    pues la Promesa es para vosotros y para vuestros hijos, y  para  todos  los que están lejos,  para cuantos  llame el Señor  Dios nuestro.
40    Con otras muchas palabras les conjuraba y les exhortaba: Salvaos de esta generación perversa.
41    Los que acogieron su Palabra fueron bautizados. Aquel día se les unieron unas 3.000 almas.

Reza el descenso del Espíritu Santo

Sagradas Escrituras - Sobre los Misterios Gloriosos del Santo Rosario Asunción de la Virgen María    

Hechos 2 :26-28

 26     Por eso se ha alegrado mi corazón y se ha alborozado mi lengua, y hasta mi carne reposará en la esperanza 
27     de que no abandonarás mi alma en el Hades ni permitirás que tu santo experimente la corrupción. 
28     Me has hecho conocer caminos de vida, me llenarás de gozo con tu rostro. 

Cantar del los cantares 2.10-11

10    Empieza a hablar mi amado, y me dice: Levántate, amada mía, hermosa mía, y vente.
11    Porque, mira, ha pasado ya el invierno, han cesado las lluvias y se han ido.    

Cantar del los cantares 4:7

7    ¡Toda hermosa eres, amada mía, no hay tacha en ti!    

Salmo  45.3

3    Eres hermoso, el más hermoso de los hijos de Adán, la gracia está derramada en tus labios. Por eso Dios te bendijo para siempre.   

Salmo 45.14-15

14    Toda espléndida, la hija del rey, va adentro, con vestidos en oro recamados;
15    con sus brocados el llevada ante el rey. Vírgenes tras ella, compañeras suyas, donde él son introducidas;
16    entre alborozo y regocijo avanzan, al entrar en el palacio del rey.
17    En lugar de tus padres, tendrás hijos; príncipes los harás sobre toda la tierra.
18    ¡Logre yo hacer tu nombre memorable por todas las generaciones, y los pueblos te alaben por los siglos de los siglos!

Salmo 89.2

2    El amor de Yahveh por siempre cantaré, de edad en edad anunciará mí boca tu lealtad.    

Juan 14.3

3    Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros.     

Hebreos 4.16

16    Acerquémonos, por tanto, confiadamente al trono de gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar gracia para una ayuda oportuna.

2 Timoteo 4.8

8    Y desde ahora me aguarda la corona de la justicia que aquel Día me entregará el Señor, el justo Juez; y no solamente a mí, sino también a todos los que hayan esperado con amor su Manifestación.

1 Corintios13.12

12    Ahora vemos en un espejo, en enigma. Entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de un modo parcial, pero entonces conoceré como soy conocido.
   

Reza la Asunción de la Virgen

Sagradas Escrituras - Sobre los Misterios Gloriosos del Santo Rosario Coronación

Génesis 3.15

15    Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar.

Judit 13.13-15

13    Acudieron todos corriendo, desde el más grande al más chico, porque no tenían esperanza de que ella volviera; abrieron, pues, la puerta, las recibieron, y encendiendo una hoguera para que se pudiera ver, hicieron corro en torno a ellas.
14    Judit, con fuerte voz, les dijo: ¡Alabad a Dios, alabadle! Alabad a Dios, que no ha apartado su misericordia de la casa de Israel, sino que esta noche ha destrozado a nuestros enemigos por mi mano.
15    Y sacando de la alforja la cabeza, se la mostró, diciéndoles: Mirad la cabeza de Holofernes, jefe supremo del ejército asirio, y mirad las colgaduras bajo las cuales se acostaba en su borracheras. ¡El Señor le ha herido por mano de mujer!
   

Judit 15.8-10

8    El sumo sacerdote Yoaquím, con el Consejo de Ancianos de Israel y los habitantes de Jerusalén, vinieron a contemplar los bienes que el Señor había hecho a Israel, y a ver y saludar a Judit.
9    En llegando a su presencia, todos a una voz la bendijeron diciendo: Tú eres la exaltación de Jerusalén, tú el gran orgullo de Israel, tú la suprema gloria de nuestra raza.
10    Al hacer todo esto por tu mano has procurado la dicha de Israel y Dios se ha complacido en lo que has hecho. Bendita seas del Señor Omnipotente por siglos infinitos. Y todo el pueblo respondió: ¡Amén!

Apocalipsis 12.1

1    Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza;    

Eclesiástico 24:1-37

1    La sabiduría hace su propio elogio, en medio de su pueblo, se gloría.
2    En la asamblea del Altísimo abre su boca, delante de su poder se gloría.
3    Yo salí de la boca del Altísimo, y cubrí como niebla la tierra.
4    Yo levanté mi tienda en las alturas, y mi trono era una columna de nube.
5    Sola recorrí la redondez del cielo, y por la hondura de los abismos paseé.
6    Las ondas del mar, la tierra entera, todo pueblo y nación era mi dominio.
7    Entre todas estas cosas buscaba reposo, una heredad en que instalarme.
8    Entonces me dio orden el creador del universo, el que me creó dio reposo a mi tienda, y me dijo: "Pon tu tienda en Jacob, entra en la heredad de Israel."
9    Antes de los siglos, desde el principio, me creó, y por los siglos subsistiré.
10    En la Tienda Santa, en su presencia, he ejercido el ministerio, así en Sión me he afirmado,
11    en la ciudad amada me ha hecho él reposar , y en Jerusalén se halla mi poder.
12    He arraigado en un pueblo glorioso, en la porción del Señor, en su heredad.
13    Como cedro me he elevado en el Líbano, como ciprés en el monte del Hermón.
14    Como palmera me he elevado en Engadí, como plantel de rosas en Jericó, como gallardo olivo en la llanura, como plátano me he elevado.
15    Cual cinamomo y aspálato aromático he dado fragancia, cual mirra exquisita he dado buen olor, como gálbano y ónice y estacte, como nube de incienso en la Tienda.
16    Cual terebinto he alargado mis ramas, y mis ramas son ramas de gloria y de gracia.
17    Como la vid he hecho germinar la gracia, y mis flores son frutos de gloria y riqueza.
19    Venid a mí los que me deseáis, y hartaos de mis productos.
20    Que mi recuerdo es más dulce que la miel, mi heredad más dulce que panal de miel.
21    Los que me comen quedan aún con hambre de mí, los que me beben sienten todavía sed.
22    Quien me obedece a mí, no queda avergonzado, los que en mí se ejercitan, no llegan a pecar.
23    Todo esto es el libro de la alianza del Dios Altísimo, la Ley que nos prescribió Moisés como herencia para las asambleas de Jacob;
25    la que inunda de sabiduría como el Pisón, como el Tigris en días de frutos nuevos;
26    la que desborda inteligencia como el Eufrates, como el Jordán en días de cosecha;
27    la que rebosa doctrina como el Nilo, como el Guijón en días de vendimia.
28    El primero no ha acabado aún de conocerla, como tampoco el último la ha descubierto aún.
29    Porque es más vasto que el mar su pensamiento, y su consejo más que el gran abismo.
30    Y yo, como canal derivado de un río, como caz que al paraíso sale,
31    y dije: Voy a regar mi huerto, a empapar mi tablar. Y que aquí que mi canal se ha convertido en río, y mi río se ha hecho un mar.
32    Aún haré lucir como la aurora la instrucción, lo más lejos posible la daré a conocer.
33    Aún derramaré la enseñanza como profecía, la dejaré por generaciones de siglos.
34    Ved que no sólo para mí me he fatigado, sino para todos aquellos que la buscan.

Lucas 8.21

20    Le anunciaron: Tu madre y tus hermanos están ahí fuera y quieren verte.
21    Pero él les respondió: Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la Palabra de Dios y la cumplen.

Gal 4.19-20

19    ¡hijos míos!, por quienes sufro de nuevo dolores de parto, hasta ver a Cristo formado en vosotros.
20    Quisiera hallarme ahora en medio de vosotros para poder acomodar el tono de mi voz, pues no sé cómo habérmelas con vosotros.     

1 Juan .3-2

 2    Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal cual es.

Reza la coronación de la virgen como la Reina de los cielos y de todo lo creado

 

El Trabajo de Dios - Santo Rosario

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