La Ayuda de la Virgen María, los Santos, los ángeles y las almas del purgatorio.

La Virgen María

Quien esta mas calificada que una madre para ayudar a su hijo? Como hijos de Dios
no estamos huérfanos [Juan 14:18], tenemos nuestro Padre Celestial en el Cielo y tenemos la asistencia de Nuestra Madre la Bendita Virgen María para que nos ayude a ser santos.

La Virgen María es la creación mas perfecta de Dios, Ella es la Inmaculada Concepción, o sea aquella que fue concebida libre del pecado original que todos heredamos como hijos de Adán y Eva  [Isaías 66:10].

Jesús dijo: Ustedes tienen que nacer de nuevo, del agua y del espíritu, es decir nacer de lo alto para poder ver el Reino de Dios [Juan 3:3-6] Lo nacido de la carne es carne, lo nacido del espíritu es espíritu.

En el Bautismo nacemos en el agua y en el espíritu, por eso nos volvemos Hijos de Dios el Padre y de la misma manera que en el orden natural existe una madre para cada criatura, para los Hijos de Dios también hay una Madre: La Santísima Virgen María. Ella nos fue dada a nosotros en el Calvario "Ahí tienes a tu madre" [Juan 19:27].

Siendo entonces una creación del Espíritu de Dios y como Hijos de El, tenemos que venir muy cerca a nuestra Madre par poder para conocer lo que Ella conoce y para imitarla en seguir a Cristo.

La Virgen María nos ayuda con las gracias de su intercesión ante la Santísima Trinidad. Ella nos cuida como una madre cuida de sus hijos, Ella sigue fielmente el comando de Cristo "ahí tienes a tu hijo" [Juan 19:26].

Los Santos

Antes de buscar la asistencia de los santos o de los ángeles, debemos de darnos cuenta que Nuestra Señora es la Reina del Cielo, por eso Ella es la Reina de todos los ángeles y de todos los santos.

Pero también apreciamos los santos porque ellos fueron únicos en sus maneras de santidad y siempre hay algo apelador para nosotros en cada uno.

Por sus frutos los conoceréis dice el Señor [Mateo 7:16], y nosotros sabemos acerca de los frutos de santidad de los santos, puesto que ellos vivieron sus vidas en imitación de Cristo. Hay santos para todas las ocasiones, por ejemplo podemos tener devoción a San Jose porque el fue la cabeza de la Sagrada Familia y el fue un hombre muy casto. El fue proveedor de Jesús y María, así que le podemos pedir que nos ayude en nuestras necesidades temporales, en nuestras familias y en nuestro deseo de la castidad.

Todos los santos escuchan nuestras oraciones porque ellos ya están en la Presencia de Dios Quien es Omnipotente y Omnisciente. Sus oraciones de intercesión ante Dios son muy poderosas [Apocalipsis 5:8] porque ellos son santos y piden de acuerdo a la Voluntad de Dios.

Los Angeles

Cada persona ha recibido un ángel de la guardia para su protección y guía. [Exodo 23:20].

Los ángeles son criaturas espirituales de una orden mas alta que los seres humanos. Dios los ha creado para que le sirvan y administren su Santa Voluntad, para que sean sus guerreros, mensajeros y para que asistan a los seres humanos. Los ángeles están divididos en nueve ordenes: serafines, querubines, tronos, dominios, virtudes, poderes, principalidades, arcángeles y ángeles.

Los tres ángeles que son nombrados en la Biblia son los Arcángeles Miguel, quien representa el Poder y la Divina Voluntad de Dios, Gabriel, quien representa la Palabra y la Sabiduría de Dios, el mensajero que trajo del cielo las noticias de la Encarnación a María. Y el Arcángel Rafael, la medicina de Dios quien representa el Amor de Dios. El vino a asistir a Tobías en el Antiguo Testamento.

Los ángeles de la guardia siempre están asistiéndonos, y manifestando la Voluntad de Dios para nosotros. Los ángeles malos, quienes también son llamados demonios o diablos están siempre tratando de engañarnos y de tentarnos al pecado [2 Corintios 12:7] [1 Pedro 5:8].

Los ángeles no pueden forzar la voluntad humana, pero dan sugerencias a nuestras mentes para que aun permaneciendo libres hagamos lo que es bueno o malo.

En el comienzo una tercera parte de los ángeles se rebelaron contra Dios y se convirtieron en los ángeles malos [Apocalipsis 12:4], encabezados por Lucifer. El nombre Satanás conocido en Hebreo como Abaddon o en Griego como Apollion quiere decir "destructor". También se le conoce por otros nombres como el príncipe de la oscuridad, adversario, acusador, engañador, dragón, mentiroso, leviathan, asesino, serpiente, tormentador y dios de este mundo.

En la batalla final de los ángeles como está revelado en el Apocalipsis, San Miguel el Arcángel derrotará a Satanás para siempre, [Apocalipsis 12:7-9] quien será arrojado al lago de fuego eterno con todos sus ángeles.

Nuestra relación con el ángel de la guardia debe ser muy íntima, puesto que nosotros debemos de pedirle a este compañero invisible que nos ayude a hacer la Voluntad de Dios, le podemos pedir que nos asista en nuestro trabajo diario y le deberíamos de rezar par que nos mantenga en la Presencia de Dios en todo momento. El nos hablará muchas veces durante el día a través de nuestra conciencia.

Las almas del Purgatorio

Después de la muerte viene el juicio, y si calificamos para el Reino de Dios, tenemos que ser purificados de todo pecado y egoísmo hasta que nos santifiquemos y nos volvamos uno con Dios [Mateo 5:26].

El purgatorio es un lugar de purificación y de esperanza, las almas sufren el dolor de pérdida, que consiste en no poder poseer a Dios. Ellas alcanzan esta purificación a través del tiempo y también por la ayuda de aquellos quienes hacen limosnas, trabajos de caridad y ofrecen misas y oraciones por ellas  [2 Maccabeos 12:44].

El Señor nos ha mandado a que nos amemos y ayudemos los unos a los otros. No existe mas grande caridad que ofrecer la Preciosa Sangre de Jesús en reparación por las almas del purgatorio para que ellas puedan obtener alivio de su dolorosa purificación.

Cuando les ayudamos, ellas también rezan por nosotros y nos protegen, finalmente se vuelven santos gloriosos quienes están obligados a ayudarnos.

Noviembre es el mes de las almas o ánimas del purgatorio, durante este mes deberíamos de ofrecer misas por ellas, especialmente tenemos que tener mucha caridad con las almas de los difuntos en nuestras familias y de la gente que hemos conocido.
 
 

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