Homilias Católicas - Sermones, reflexiones, inspiraciones y meditaciones de los evangelios. 
Manifestaciones dominicales del Espíritu Santo desde el Sagrado Corazón de Jesús  Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios. Evangelios Católicos, homilías - Mateo, Lucas, Marcos, Juan - Inspiraciones del Espíritu Santo

Año C  -  6o Domingo en tiempo ordinario

Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios.

Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios. Homilias Católicas - Sermones, reflexiones, inspiraciones y meditaciones de los evangelios - Inspiraciones del Espíritu Santo Lucas 6:17 20-26

17 Bajando con ellos se detuvo en un paraje llano; había una gran multitud de discípulos suyos y gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón,
20 Y él, alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios.
21 Bienaventurados los que tenéis hambre ahora, porque seréis saciados. Bienaventurados los que lloráis ahora, porque reiréis.
22 Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del hombre.
23 Alegraos ese día y saltad de gozo, que vuestra recompensa será grande en el cielo. Pues de ese modo trataban sus padres a los profetas.
24 Pero ¡ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo.
25 ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis hartos!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que reís ahora!, porque tendréis aflicción y llanto.
26 ¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!, pues de ese modo trataban sus padres a los falsos profetas.

Inspiración del Espíritu Santo - Desde el Sagrado Corazón de Jesús.

6o Domingo en tiempo ordinario - Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios. Bienaventurados son los pobres, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
El mundo siempre ha sido un lugar muy rico, abundante en recursos naturales, un lugar que fue creado ricamente para proveer a todos los seres humanos con comida y techo en abundancia. Yo miro a los corazones de los hombres, quienes desde el comienzo han estado plagados con la maldad de la injusticia, la envidia, la avaricia y el egoísmo. No me gusta lo que Yo veo.

Para aquellos que tienen más de lo que necesitan, hay siempre una oportunidad constante de ayudar a los necesitados. Yo amo a los pobres y a los despreciados, pues ellos son mis hijos desaventajados quienes al final ponen toda su confianza en la Divina Providencia. Es muy bueno tener, pero no estén demasiado contentos si ustedes tienen mas de lo que necesitan y no hacen nada por su hermano que está necesitado. La persecución de las riquezas enceguece al hombre con el materialismo, Yo no encuentro lugar en un corazón lleno de avaricia. La recompensa para los pobres será las riquezas del Cielo; sin embargo en contraste, aquellos que abandonan la caridad no tendrán un tesoro en su vida futura.

Bienaventurados los que tienen hambre, ellos serán saciados.
Yo miro alrededor y veo el mundo lleno de riquezas pero tan ciego a los pobres que se están muriendo de hambre, no hacen nada por ellos y los dejan morir. Que tan grande es la injusticia del hombre, esto enciende mi ira. Por eso yo he preparado una recompensa para aquellos que son generosos y cuidan de sus hermanos.

Bienaventurados aquellos que sufren y lloran, ellos serán consolados. Bienaventurados los que son rechazados por seguirme.

Existen aquellos que sufren en su pobreza espiritual, tienen hambre de Dios, sufren por esta humanidad descarriada. Ellos son perseguidos porque quieren un mundo mejor, un mundo donde las leyes de Dios son obedecidas. Estos son verdaderamente bienaventurados.

Si tu quieres ser mi discípulo, debes de tomar tu cruz diariamente y seguirme. El camino que caminamos es angosto y difícil de viajar, está lleno de tentaciones y sufrimiento, es muy similar a mi ascenso al Calvario. El alma debe de recorrer este camino espiritual y vencer todos los obstáculos para poder purificarse por la humildad y la obediencia. Mientras los seres humanos están sujetos sufrimientos por causa de las dificultades de la vida, hay un paralelo en aquella parte invisible de la humanidad, esa del alma, la cual tiene que luchar constantemente para obtener la perfección mientras se encuentra en el cuerpo físico.

Bienaventurados los puros de corazón que escuchan mi voz y necesitan mi comida espiritual más de lo que el cuerpo necesita la comida física, bienaventurados aquellos que creen en mí, y aceptan la Voluntad de Dios como el poder que gobierna sus vidas.

Autor: José de Jesus y María

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