¿Quién dice la gente que soy yo?

18 Y sucedió que mientras él estaba orando a solas, se hallaban con él los discípulos y él les preguntó: ¿Quién dice la gente que soy yo?
19 Ellos respondieron: Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que un profeta de los antiguos había resucitado.
20 Les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Pedro le contestó: El Cristo de Dios.
21 Pero les mandó enérgicamente que no dijeran esto a nadie.
22 Dijo: El Hijo del hombre debe sufrir mucho, y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar al tercer día.
23 Decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.
24 Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ése la salvará.

Inspiración del Espíritu Santo - Desde el Sagrado Corazón de Jesús.

Yo todavía te hago la misma pregunta ahora. Quien crees tu que soy Yo? ¿Quien dice la gente que soy Yo?

Iluminado por el conocimiento de las Sagradas Escrituras, por la tradición de la Iglesia, y ayudado por la fe de tu corazón, tu debes de permitir que el Espíritu Santo te revele quien soy Yo.

Yo soy quien Yo soy, el comienzo y el final, el Alfa y el Omega, Aquel que fue, El que es y El que serpa para siempre. Yo soy la fuente de la vida para todas las cosas vivientes, Yo soy la luz del mundo, la verdad y la esperanza de todos.

Yo soy la viña y ustedes son las ramas, así que cortados de mi ustedes no son nada.
Tu tienes que entender que necesitas estar en mi, para que Yo pueda estar en ti y tu puedas vivir y vivir.

Sin mi no habría existencia, puesto que Yo soy la fuente de la existencia. Yo soy la existencia misma. Yo soy el amo del tiempo, el espacio y la eternidad. La materia y el Espíritu están en mis manos. Yo soy el Arquitecto Supremo del Universo, la mente que controla la realidad.

Es muy complejo para la mente del hombre entender los misterios santos que me explican, y sin embargo con la ayuda del Espíritu Santo tu te acercas más y más a
mí cada que tu entras en oración y cada vez que haces algo para complacerme.

Mientras estuve en el mundo, Yo amé a la humanidad sin límites, me volví la víctima que expía los pecados de todo el mundo por mi sacrificio en el Calvario.

Puesto que estoy compartiendo todas mis posesiones contigo y te estoy ofreciendo el regalo de la inmortalidad y del gozo eterno, es justo que Yo te haga compartir mi cruz por un poco tiempo, para que mientras tu contemplas mis aflicciones y compartes mis sufrimientos, tu te purifiques para ser digno de estar conmigo para siempre.

No te opongas a mi voluntad, acepta mis regalos providenciales, incluyendo la cruz. Al vivir una vida de imitación de mis virtudes, tu estarás preparando tierra firme para tu vida futura. Yo soy el Buen Pastor que te lleva por pastos verdes, protegiéndote de las tormentas de la vida y llevándote de la mano a la santa tierra prometida.

Sígueme!

Autor: José de Jesus y María