San Alfonso de LiguoriExperimentó unos dolores muy agudos en el abdomen. El religioso que le acompañaba, lo urgía a que se detuviera a tomar un sedante. Pero el Santo aún no celebraba Misa, y su respuesta inmediata fué: "Mi querido hermano, yo caminaría diez millas en esta condición con el fin de no perder el ofrecer la Santa Misa." Y su dolor no lo hacía romper el ayuno eucarístico, el cual en ese tiempo era obligatorio desde la media noche anterior. Esperó a que el dolor menguara un poco, y luego continuó su camino a la Iglesia.41twg© |
Iglesia Católica - Sagrada Eucaristía
El Trabajo de Dios
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