Año B - 13o Domingo en tiempo ordinarioNiña, yo te digo: levántate.![]() 21 Jesús pasó de nuevo en la barca a la otra orilla y se aglomeró junto a él mucha gente; él estaba a la orilla del mar.
Inspiración del Espíritu Santo - Desde el Sagrado Corazón de Jesús.![]() Yo tengo compasión, soy generoso y amoroso. Deseo extender mis riquezas a todo el que tenga fe en mí y me ame. Yo prometí que estaría con ustedes hasta el final del tiempo y de verdad estoy aquí con ustedes ahora, porque soy fiel a mi palabra. Aquellos que tuvieron fe en mí, recibieron el beneficio de mis milagros durante mi tiempo en la tierra, y aquellos que creen en el poder de mi nombre y reconocen la santidad de mi espíritu verán milagros y maravillas acontecer ante sus ojos. Yo soy la Palabra de Dios, por eso lo que digo es verdad. Esa mujer que padecía de flujo de sangre por doce años y que había gastado todo su dinero en doctores y medicinas, supo de mí. Ella decidió poner toda su confianza en mí. “Si por lo menos puedo tocar sus vestidos, seré sanada.” Y yo le recompensé su fe concediéndole un milagro. Jairo, un líder de la Sinagoga vino donde mí con desesperación porque su hija se estaba muriendo, se arrodilló ante mí y me pidió que posara mis manos sobre ella para que pudiera vivir. Yo me puse de acuerdo para ir con el. Pero mientras íbamos por el camino, el recibió un mensaje de que su hija ya había muerto. Yo le reaseguré diciéndole, “no tengas temor, cree.” Este hombre creyó, otros aun se burlaron de mí cuando les dije que ella se despertaría. A mi mandato, la niña se despertó y empezó a moverse común y corriente, para la perplejidad del grupo de no creyentes. ¿Acaso existe algo demasiado maravilloso para Dios? ¿Existe alguna cosa imposible para mí, quien soy la vida? ¿Hay acaso algo imposible para mí, Jesucristo, la Palabra de Dios que creó todo lo que existe? Yo les digo solemnemente, Yo soy la vida, Yo tengo el poder de sanar y restaurar a cualquiera que tenga fe. Yo hice cosas maravillosas cuando estuve en la carne, y todavía las hago ahora en el espíritu. Yo di el poder de sanación a mis apóstoles y todavía lo doy a aquellos que verdaderamente creen en mí. Pide con fe y recibirás. Cree firmemente en mí y obtendrás lo que pidas en oración, siempre y cuando esté de acuerdo con la voluntad de Dios. Pídele al Espíritu Santo que te guíe en tus oraciones. Tus oraciones no solo deben de ser peticiones de sanación. Antes de pedir algo, recuerda lo que te he pedido en mi palabra. Así como la gente de fe y humildad que recibió mis milagros en el pasado, ven ante mí con un corazón humilde y arrepentido, entra mi altar con agradecimiento y alabanza, adora al Señor tu Dios y recibirás bendiciones y gracias cada vez. Autor: José de Jesus y María Lista de
Homilias - Evangelios Catolicos
|