Año B- 21° Domingo en tiempo ordinario
60 Muchos de sus discípulos, al oírle, dijeron: Es duro este lenguaje. ¿Quién puede escucharlo?
Inspiración del Espíritu Santo - Desde el Sagrado Corazón de Jesús.![]() Mis palabras son espíritu y son vida, espíritu porque vienen de Dios y vida porque llevan la promesa de salvación a todo aquel que las recibe con un corazón humilde. El cuerpo humano y todos los quehaceres humanos tienen una misión temporal que es parte del plan de Dios para el alma, el alma es espiritual y contiene el aliento de Dios, necesita ser guiada por mi Palabra que es Espíritu, y necesita recibir vida que tan solo puede obtener de mí, que soy la Vida. El hombre del mundo se satisface con las cosas del mundo, en cambio aquel que escucha mi palabra se vuelve espiritual y desea conocerme más y más, así se llena de hambre y sed del espíritu y tan solo logra saciarse cuando me encuentra. Mis palabras calman la sed del alma, sin embargo el alma debe alimentarse de mí con la comida espiritual en la mesa eucarística de la Iglesia. Este lenguaje permanece difícil de aceptar para todos los intelectuales, por esto solo aquellos que tienen un corazón humilde son llamados por mi Padre y llenos de fe vienen a mí para recibir vida eterna. Pedro reconoció el valor de mi Palabra, al igual que mis fieles seguidores. Mis palabras son palabras de vida eterna, no son solamente palabras sino la Voz de Dios que habla en espíritu al alma. Muchos aún discuten el valor de mi palabra y la interpretan erróneamente llegando a conclusiones equivocadas. Yo hablé muy claramente y continúo hablando a través de mi Iglesia. Aquel que me quiere conocer, debe venir a la fuente de la vida que Yo he dejado en la Iglesia, donde se da cumplimiento a mi palabra y se ofrece diariamente el sacrificio perpetuo que quita el pecado del mundo, donde se consagra el pan y vino como mi cuerpo y sangre para la vida del alma. Autor: José de Jesus y María Lista de
Homilias - Evangelios Catolicos
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