El os bautizará con el Espíritu Santo y fuego.

10 La gente le preguntaba: Pues żqué debemos hacer?
11 Y él les respondía: El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; el que tenga para comer, que haga lo mismo.
12 Vinieron también publicanos a bautizarse, y le dijeron: Maestro, żqué debemos hacer?
13 El les dijo: No exijáis más de lo que os está fijado.
14 Preguntáronle también unos soldados: Y nosotros żqué debemos hacer? El les dijo: No hagáis extorsión a nadie, no hagáis denuncias falsas, y contentaos con vuestra soldada.
15 Como el pueblo estaba a la espera, andaban todos pensando en sus corazones acerca de Juan, si no sería él el Cristo;
16 respondió Juan a todos, diciendo: Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, y no soy digno de desatarle la correa de sus sandalias. El os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
17 En su mano tiene el bieldo para limpiar su era y recoger el trigo en su granero; pero la paja la quemará con fuego que no se apaga.
18 Y, con otras muchas exhortaciones, anunciaba al pueblo la Buena Nueva.

Inspiración del Espíritu Santo - Desde el Sagrado Corazón de Jesús.

El privilegio de los profetas es hacer que las personas abran el corazón a la palabra de Dios. Yo toco el corazón que se abre en espera de mi llegada, de la misma manera que el sol toca con sus rayos estimulantes de luz, calor y vida a la flor que se abre ante su presencia.

La palabra de Dios tiene que ser transmitida por seres humanos ya que Dios la ha revelado a sus profetas; por ser palabra divina lleva la unción del Espíritu Santo y el poder para tocar el corazón.

El objetivo de la Palabra Divina es cambiar las ideologías erróneas que impiden el acercamiento a Dios, por esa razón es primero revelada a los profetas, los cuales han dejado su testimonio en las Sagradas Escrituras. Yo he venido a perfeccionar el Testimonio de los profetas con mis propias palabras contenidas en los evangelios.

El Espíritu Santo ha venido también a dar su Testimonio, para ratificar el Testimonio de Dios el Padre a través de los profetas, mi Testimonio como Palabra de Dios encarnada, y para establecer esta palabra en cada corazón. Si hoy escuchas la palabra de Dios no endurezcas tu corazón.

El Testimonio del Espíritu Santo es ese fuego de la fe que arde en el corazón moviendo el alma a vivir de acuerdo a la Santa Palabra de Dios. Por esta razón el Espíritu es la fuerza que mueve el alma que escucha, es el mismo poder de Dios en acción cambiando y purificando con la Sabiduría Divina.

Dichosos y bendecidos son aquellos que llevan mis palabras al corazón y deciden vivir por ellas, su camino esta lleno de mi luz, su jornada recibe mi apoyo, sus obras son santificadas por su confianza en mi y sus testimonios son un eco a mi palabra.

Autor: José de Jesus y María