Año C- 18o Domingo en tiempo ordinario
13 Uno de la gente le dijo: Maestro, di a mi hermano que reparta la herencia conmigo.
Inspiración del Espíritu Santo - Desde el Sagrado Corazón de Jesús.![]() Cuando tu te mueras, ¿qué puedes llevarte contigo? Déjame decirte, a menos que empieces a acumular riquezas en el Cielo a través de tus buenas obras, no tendrás nada contigo y Yo no te recibiré con las manos vacías. El mundo es rico, pero esas riquezas han sido acumuladas por unos pocos al costo de otros que no tienen siquiera lo necesario para vivir. Yo llamo esto injusticia: y por esta razón el grito de los pobres se escucha arriba en los cielos reclamando justicia. Y créanme, el tiempo vendrá pronto cuando cada uno tendrá que responder por los pecados de avaricia, injusticia, materialismo y toda la maldad que ofende a Dios y a los hombres. Yo lo he dado todo gratuitamente, pero retengo la propiedad del mundo. Todo me pertenece y quiero que todos tengan una oportunidad de vivir con dignidad compartiendo lo que lo que les he ofrecido. La injusticia me irrita. Pero aún Caín el primer hombre después de Adán, permitió que la envidia y el odio crecieran en su corazón, no pudo controlar su maldad así que mató a su buen hermano Abel. Yo le pregunté lo mismo que te voy a preguntar a ti: ¿Dónde está tu hermano? Y tendrás que responder por cada maldad que le hiciste a tu prójimo. En contraste, recibirás recompensa eterna por todo acto de amabilidad y generosidad. Todo lo que hagas por el mas pequeño de tus hermanos, mis hermanos, lo estás haciendo por mí. A través de los tiempos, el hombre mas fuerte ha impuesto su yugo sobre su hermano débil. Lo que tenemos ahora es un mundo lleno de injusticia, odio, envidia, corrupción, avaricia y deseo de matar. Ustedes no matan necesariamente físicamente, pero matan con su odio e injusticia. Muchas vidas son destruidas por la injusticia del mundo comercial de hoy, donde el dinero es más importante que el hombre. El pez grande siempre se come al pequeño, el hombre fuerte aplasta al débil, el inteligente se aventaja del menos inteligente, el malvado abusa del hombre bueno y la injusticia florece en la tierra porque no hay temor de Dios. Arrepiéntanse de sus pecados. Perdónense los unos a los otros porque esta es la condición para ser perdonados. Luchen contra la avaricia y el materialismo con la generosidad. Extiendan sus riquezas hacia los pobres, sean amables con todo el mundo y ayuden a los necesitados. No alejen su mente de los necesitados, ellos son sus hermanos, ustedes me encontrarán a mí en ellos. Autor: José de Jesus y María Lista de
Homilias - Evangelios Catolicos
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