Año C- 29o Domingo en tiempo ordinario
1 Les decía una parábola para inculcarles que era preciso orar siempre sin desfallecer.
Inspiración del Espíritu Santo - Desde el Sagrado Corazón de Jesús.![]() La fe es un regalo que tiene que ser cultivado a través de la oración y las devociones, creer es muy importante, pero volverse como un niño y poner toda la confianza en Dios es más importante. Yo nunca rechazaré las peticiones de los humildes, me siento en casa en sus corazones y ellos disfrutan mi favor. Por supuesto que es necesario hacer sus oraciones de petición de acuerdo con la Divina Voluntad. , y aquí es donde la humildad recibe la llave para abrir la puerta de los tesoros de Dios. Cuando alguien es bueno contigo, tu te sientes endeudado con esa persona y tratarás de encontrar maneras de pagar bondad con bondad, esta es la respuesta natural. Yo soy el Señor tu Dios, la generosidad misma, dándole a todos sin esperar nada de regreso. Así es que cuando alguien hace un esfuerzo para repagar mi generosidad, es recompensando con el conocimiento de mi voluntad y la herencia de mis riquezas. La Divina Providencia ha dado a todos los gozos que ustedes han recibido en sus vidas, todo que es bueno viene de las manos de Dios, ¿entonces no es hora de que se den cuenta de que si hacen un esfuerzo conciente de complacerme en toda forma, ustedes empezaran a pagar mi generosidad y a la misma vez su esfuerzo demandará recompensas infinitas por entender la mente divina? La alabanza y el agradecimiento deben estar siempre en sus labios, el dolor por sus pecados debe de amargar sus corazones, la adoración tiene que mantener sus espíritus en fuego y su intención tiene que ser un ardiente deseo de complacer a Dios para corresponder por aquellos que le amargan. Cuando ustedes se acercan a mi trono celestial con estos sentimientos, realmente complacen mi corazón y Yo me siento generoso hacia ustedes. Ahora....... ¿crees tu, que Yo encontraré fe cuando regrese a la tierra? Pues bien, estoy aquí contigo ahora, estoy desafiando tu fe. Cuanta fe deseas tener en mi, depende de cuanto quieres estar conmigo, así que déjame darte coraje mi pequeño(a). Como Yo he sido bueno contigo, te invito a que lo hagas todo para mí. Como Yo te he complacido en tu vida, te invito a que me complazcas y a que te conviertas en mi deleite. Como Yo he muerto por ti, te invito a que recuerdes mi amor constantemente y a que vivas agradeciéndome por tu futura vida celestial. Autor: José de Jesus y María Lista de
Homilias - Evangelios Catolicos
www.theworkofgod.org/Spanish
|