El Trabajo de Dios

Encuentro con Jesus 1 - Que es un encuentro con Jesús

Encuentro con Jesus 1 - Que es un encuentro con Jesús

Autor: José de Jesús y María
Encuentro con Jesus 1 - Que es un encuentro con Jesús

Encuentro con Jesús 1 - Introducción

Bienvenidos a este encuentro con Jesús - programa numero uno - Un espacio para alejarnos un poco del mundo y entrar en la Presencia del Señor.

Nuestro programa se transmite desde Armenia Quindío Colombia por la Voz de la Esperanza punto F. M. Agradecemos la ayuda y la dirección espiritual del Padre Carlos Arturo Quintero.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Jesús nos dice en su evangelio "Donde están dos o más reunidos en Mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos."

Con humildad nos recogemos entonces en la Presencia de Jesús para compartir su Palabra y su Espíritu, que nos explica el Evangelio.

Testimonio

Queridos hermanos y hermanas. Es por la Gracia de Dios que nos encontramos a través de este medio, para abrir el corazón y recibir las bendiciones de nuestro Dios.

Mi nombre es José Belmore Arias Serna. Nacido en Armenia Quindío, Colombia, he pasado la mayoría de mi vida en Australia. Hace poco regresé a mi tierra natal.

Un gran evento ocurrió en mi vida hace unos veintiocho años. Sucedió primero que en un espacio de 2 años perdí 3 seres queridos, primero mi Padre que murió accidentalmente, dos meses después mi hermano que de 33 años murió por cáncer de páncreas y luego mi madre que había quedado sola porque Yo estaba en Australia mientras que mis dos hermanos y mi hermana estaban en Estados Unidos.

Yo decidí viajar de regreso a Colombia para acompañar a mi madre y a la vez disfrutar de su compañía.
Seis meses después de estar de nuevo en Colombia, falleció mi madre de muerte repentina.

Estos tres golpes me pusieron a pensar mucho en mi vida espiritual y mi relación con Dios; me hice preguntas como "Quien soy, de donde vengo y para donde voy".

Mi vida como Católico había fallado por muchos años, pues solo iba a los matrimonios, primeras comuniones y entierros. Poco tiempo me quedaba para asistir a la Santa Misa los domingos. Pero yo me auto justificaba. No robo, no mato, soy buen padre, buen esposo, todo está bien.

Traté por todos los medios de acercarme más a Dios, y me desvié del camino porque entré en creencias de la nueva era, meditaciones trascendentales, yoga, gurús, etc.

Esto me llevó a la decadencia de mi matrimonio, pues mi esposa, una fiel Católica se sintió resentida por mis nuevas creencias y se separó físicamente de mí, pues yo dormía en la habitación, mientras que ella dormía en la sala.

Pero empecé a rezar el Rosario, primero solo y luego con ella, las cosas empezaron a cambiar. Yo le pedí a la Santísima Virgen María que me diera la luz del Espíritu Santo para ver con claridad la verdad o la mentira de mi vida.

Fue así como una mañana estando en el trabajo me llegó una luz al corazón, de una manera tan clara que me iluminó la conciencia. A la vez sentí como el pecado me separaba de Dios. Yo entendí cual era mi error y mi pecado, en un momento vi todo con la claridad del espíritu. Mi principal pecado era el orgullo de haber dejado la verdadera religión para participar en la mesa de los demonios con creencias que me enseñaban a elevar mi ego y a hacerme semejante a Dios. Como por ejemplo afirmando: Yo soy, Yo soy el amor Divino, y otras afirmaciones que en orgullo llaman a ser como Dios y a deshonrar su Santísimo Nombre.

Entonces yo dejé mi trabajo, afortunadamente trabajaba por cuenta propia, fui a mi casa y le dije a mi esposa, "Vengo a quemar todos esos libros que tu tanto odias, pues he comprendido que son veneno para mi alma y no quiero saber más de esas cosas" Ella se alegró mucho y me ayudó a deshacerme de esa literatura basura.
Luego saqué varias hojas de papel y las llené con todos los pecados de mi vida. Hice un examen minucioso de conciencia en el cual me arrepentí y al día siguiente fui a una confesión general.

Lloré muchas lágrimas de arrepentimiento durante mi confesión, y duré como seis meses llorando de arrepentimiento. Me salían lágrimas leyendo la Biblia, rezando, recibiendo la Eucaristía, o pensando en como había ofendido a Dios.

Luego se me presentó una oportunidad para viajar a Melbourne una ciudad a hora y media de Sydney por avión, allí se hizo un retiro espiritual en un Centro Mariano. Durante la primera Eucaristía yo lloré mucho, y casi no recibo al Señor, pues sentía mucha culpa en mi alma.

Después una señora se me acercó y me dio una tarjetita, me dijo, Yo recibo mensajes del Señor, el me dijo estas palabras para usted. "Tu eres mi hijo de Bendición, y eres muy digno de estar en la mesa de tu Señor."
Este encuentro con Jesús me dio mucha paz, y dos días después terminó el retiro espiritual con la bendición de 3 obispos y 10 sacerdotes. Salimos al campo, le dieron la bendición a una replica de la Iglesia de Medjugorje. Toda la gente se empezó a retirar, yo miré el cielo y vi que el sol estaba danzando, grité, miren el sol, está danzando. La gente miraba y se deleitaban con ese fenómeno, luego yo vi el rostro de la Santísima Virgen María en el Cielo, era un rostro de mucha hermosura, las nubes formaban su rostro de una manera nítida, perfecta y celestial, su cabeza inclinada hacia la derecha, en su boca estaba el sol.

Yo me preguntaba, ¿porque está el sol allí?, que bueno que se moviera. Me olvidé como en el Apocalipsis San Juan tuvo una visión de la Virgen María en el Cielo vestida con el sol.

Entonces, el sol empezó a moverse hacia abajo, pero la quijada de la Virgen María también se movía, y lo hizo lentamente hasta que la boca de la Virgen María se veía totalmente abierta y yo sentí miedo en ese momento.
Descendió un rayo de luz que tomó la forma de un cono de luz que me envolvía, unos tres metros a mi alrededor.
El mundo real se me desapareció, desde el sol bajaban rayos y truenos, había mucha luz.

Yo sentí que la Virgen María me hablaba en el corazón, y me dijo: "Yo soy la Madre de la Gracia, yo le estoy dando Gracia a las almas de todos los que aman"

Y así ocurrió este primer momento en el cual yo escuché esta voz celestial, duré como una semana como borracho, pero muy lleno del Espíritu Santo. A partir de ese momento he venido recibiendo mensajes de Jesús, de La Virgen María y de Dios el Padre.

Mi vida fue transformada totalmente, desde ese día, yo voy a la misa diariamente, rezo el rosario, hago otras devociones a la pasión del Señor y también devociones a la Divina Misericordia. También soy muy devoto de la Palabra de Dios en las Sagradas Escrituras.

Este encuentro celestial, me ha movido a transmitir mi experiencia con el Señor, lo cual por más de dieciocho años hago a través del sitio web www.theworkofgod.org, en español es el Trabajo de Dios.

Esta transformación espiritual también me ha motivado a crear grupos de oración, hacer conferencias, reflexiones, etc.

En la ciudad de Armenia Colombia, tenemos un encuentro con el Señor ante el Santísimo Sacramento del altar, todos los Jueves. Allí hacemos adoración y hablamos del Señor. En la Iglesia de San Francisco lo hacemos después de la misa de las 8 de la mañana y en la Catedral de la Inmaculada a las dos de la tarde. Quedan todos invitados.

Somos pecadores


Señor tu eres el Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
Tú ves nuestra vida en un instante y conoces nuestro error, perdónanos Señor.
Tú te apiadas de nosotros cuando venimos ante ti con un corazón humillado y contrito, Señor perdónanos y danos la gracia de no volverte a ofender.
Virgen María, Madre Santísima, ruega por nosotros.

Alabemos al Señor

Bendito y alabado seas Señor por tu Presencia en la tierra. Emanuel, Dios con nosotros, Jesús, verdaderamente presente en nuestra Iglesia Católica a través del Sacerdocio que nos regala los Sacramentos, esos encuentros personales contigo.

Alabanza de Enoc
Bendito seas en tu grandeza, Oh Señor. Rey grande y Poderoso, Rey de Reyes, Dios y Señor de Todo el universo. Tu poder, tu reinado y tu grandeza permanecen para siempre; tu dominio por todas las generaciones; los cielos son tu trono eterno y la tierra el escabel de tus pies por los siglos de los siglos.

Porque eres tú quien ha creado y quien gobierna todas las cosas, no hay obra que sea difícil para ti; la sabiduría no se aleja de tu trono ni se va de tu presencia; Tú conoces, ves y oyes todas las cosas, nada está oculto para ti, porque todo lo ves.

Encuentro con Jesús - Adoremos al Señor

Virgen María, Madre Santísima, queremos adorar al Señor contigo, con los ángeles y los santos. Purifica nuestras almas en tu santidad, tu inocencia, tu pureza, tu piedad y recogimiento, tu humildad y tus lágrimas. Llévanos de tus santas manos al Señor.

Señor Jesús crucificado, perdona nuestros pecados y los de toda la humanidad.

Con fervor elevamos el alma para adorarte, tú has entrado en nosotros a través de la Sagrada Eucaristía, ahora permítenos entrar en ti, en tu Espíritu, en tus Santas Llagas, Sangre, Agua, Dolores, Lágrimas y Angustias y las de la Santísima Virgen María.

Santo, santo, santo eres. Santo de los Santos, Nombre de los nombres, Espíritu de los Espíritus, Voluntad de las voluntades, Poder de poderes, Rey de reyes, Señor de Señores, Sabiduría de las Sabidurías, Amor de los amores, Paz de las paces. Llenos están el cielo y la tierra de tu Gloria, hosanna en las alturas.

Protección y Liberación

Señor Jesús, perdona nuestros pecados, cúbrenos con tu Preciosísima Sangre, cubre todos los que escuchan estas palabras, rompe toda maldición presente o ancestral que exista en nuestras vidas, rompe toda cadena, atadura, hechizo, engaño y toda maldad del demonio.

Séllanos como propiedad tuya y únenos al poder y a la Gracia que hay en la Virgen María, en San Miguel Arcángel, en el Santo de este día y en todos los santos.

Con la Virgen María decimos "¿Quien como Dios que vive y reina en las alturas?"
Con Moisés decimos, "Señor, lucha todas nuestras luchas y gana todas nuestras batallas."
Con Josué decimos, "Nosotros y nuestra casa, serviremos al Señor."
Nos entregamos totalmente a ti, Señor. Encárgate de todo.

Invocación del Espíritu Santo

Ven Espíritu Santo, fuego de amor divino, abraza mi mente y mi corazón con tu Presencia ardiente.

Ven Espíritu Santo, aliento divino. Ponme en tu presencia de Luz. Penetra en cada célula de mi ser y enciende tu intensa luz. Disipa la oscuridad de mi alma.

Divino Esplendor, sáname de mi ceguera espiritual. Abre mis ojos para que yo pueda ver con la luz de tu visión. Brilla tu luz en mi camino, déjame ver como Tu ves.

Espíritu Santo, Palabra Viva, lléname del fuego de tu palabra. haz que arda mi corazón con tu Sabiduría y tu Conocimiento. Muéstrame como Tu me ves y también muéstrame como Tu eres. Enséñame todas las cosas.

Fuego divino de lo alto, unge mis labios y purifícalos, para que yo siempre hable cosas santas, dardos encendidos de Sabiduría que penetren los corazones de los que me escuchen. Unge mi mente y mi cuerpo para que te glorifique con pensamientos, palabras y acciones santas.

Espíritu divino háblame. Habla a través de mi. Muévete a través de mi. Hazme tu instrumento.

Llama divina, abraza todo mi ser con tu fuego ardiente. Derrite el hielo de mi frialdad e indiferencia. Lléname del espíritu seráfico de adoración.

Aliento Celestial, respira tu presencia en todo mi ser; satúrame completamente. Entra en mi. Permíteme entrar en Ti y ser uno contigo.

Espíritu Santificador, destruye toda mi maldad, borra toda mi iniquidad. Limpia mi alma con el agua viviente de tu gracia. Destruye la aridez de mi alma; transfórmame en una fuente de agua viva que fluya para la vida eterna.
Espíritu de la Santidad; pasa por cada célula de mi cuerpo, mente y alma. Purifícame y santifícame.

Espíritu de Dios el Padre y del Hijo; destruye el hombre viejo en mí. Hazme un hombre nuevo en tu imagen, para empezar una nueva vida en Ti; en la paz, el amor y el gozo de tu Presencia.

Divino Ayudante, Espíritu Consolador, ayúdame a conocer y a hacer tu divina voluntad. Actúa en mi, piensa en mi, y manifiéstate en mi.

Espíritu Santo de Dios, poséeme. Llévame a tu santidad y a tu Gloria. Yo soy tu templo, habita en mi y no me dejes solo. Amén

¿Que es un encuentro con Jesús?

Lo más hermoso que le puede ocurrir a cualquier alma es encontrarse con Jesús. Él es nuestro Creador, nuestro Señor, nuestro Rey, nuestro Dios y nuestro Salvador.

Nuestra vida tiene su primer encuentro con Jesús en nuestro Bautismo, cuando nos volvemos parte de Jesús y entramos en su cuerpo místico la Iglesia. En este primer encuentro somos vestidos con su Luz, recibimos la Gracia y el perdón de nuestros pecados, nos convertimos en Cristianos.

Todos los sacramentos de la Iglesia son encuentros con Jesús, quien está verdaderamente presente en la acción sacramental administrada por el Sacerdote.

Sin el Sacerdote no podemos encontrarnos sacramentalmente con Jesús en la Iglesia. Por esta razón debemos de tener mucho respeto y agradecimiento por los Sacerdotes, hombres que llenos de fe han entregado su vida al Señor y a nosotros su Iglesia. Hombres cuya dignidad ante Dios sobrepasa toda dignidad humana, pues ellos durante la consagración del pan y del vino nos hacen trascender el tiempo y la eternidad, pues nos traen por sus manos y sus palabras a Jesús crucificado en el altar.

La Santa Misa es por esto el encuentro predilecto del buen Cristiano con Jesús, presente en la liturgia y en la Eucaristía.

Aparte de estos encuentros sacramentales con Jesús, desde nuestra infancia hemos tenido el regalo de la oración, cuyo efecto es ponernos en la Presencia de Dios.

La oración debe tomar diferentes actitudes para que tenga mayor provecho para el alma. Las primeras oraciones deben ser de arrepentimiento porque debemos siempre venir con humildad ante el Señor. Un corazón humillado y contrito jamás es despreciado por el Señor.

En todos estos encuentros de oración debemos de manifestar nuestra alabanza, la cual nos eleva espiritualmente exaltando las maravillas infinitas de nuestro Dios.

También debemos de hacer muchas oraciones de adoración, en las cuales nos unimos a la Virgen María, los ángeles y los santos para dejar que nuestras almas ardan en fervor, y así puedan ascender en el espíritu a la Presencia de Dios en lo más alto de lo alto, en su Luz, Majestad y Gloria.

Debemos hacer igualmente muchas oraciones de agradecimiento para expresar nuestro beneplácito por las bondades infinitas que recibimos de nuestro Dios.

Y no nos pueden faltar las oraciones de intercesión, las cuales son muy poderosas cuando las unimos a la Sangre de Cristo, especialmente durante el ofrecimiento de la Santa Misa.

La oración es combustible para nuestra fe y la mantiene encendida, nos aleja de la maldad, nos protege del demonio y nos mantiene en la Presencia del Señor.

Finalmente debemos hacer muchas oraciones de reparación, son muy poderosas cuando las hacemos ante el Santísimo Sacramento del altar, en el cual encontramos el Sagrado Corazón de Jesús abierto y esperando que nosotros entremos en él con nuestra reparación no solo por nuestros pecados sino por los pecados de toda la humanidad.

La oración constante como nos recomienda San Pablo, es un encuentro constante con Jesús, es una manera de expresar nuestra confianza en Dios y de amarle sobre todas las cosas.

La oración también nos da mucho fruto en forma de devociones a Jesús y a María, como también a los santos.
En estos tiempos, El Señor nos ha dado una fuerte arma para combatir los males espirituales de la humanidad, es la recitación del Santo Rosario, en el cual nos unimos a nuestra Madre Santísima la Virgen María y meditamos la vida, muerte y gloria de Jesús al igual que los misterios de la Virgen María.

No debemos de buscar al Señor solamente en tiempos de necesidad o de sufrimiento, debemos entonces de buscarle siempre solo por el hecho de que él es Dios, digno de toda alabanza, adoración y agradecimiento. Para el todo el poder, el honor, el reino, y la Gloria, ahora y siempre. Amén.

Palabra de Dios

Proclamación del Santo Evangelio según San Marcos. Capítulo 10 - versículos 46 al 52

Evangelio explicado por Jesús


Encuentro con Jesús 1 - Oración de Sanación

Hermanos y hermanas.
Levantemos el corazón al Señor.

Cerremos los ojos del cuerpo para abrir los ojos del espíritu.

Hagamos una pausa en este momento y dejemos todo el mundo detrás de nosotros.

Juntemos todos nuestros problemas, ansiedades, necesidades, quebrantos de salud, debilidades, también nuestra situación financiera. Traigamos nuestros familiares y amigos que están también en necesidad de oración.

Padre Santo, Padre bueno, padre amoroso, papito Dios. Gracias por el regalo de la vida, gracias por todas tus bendiciones diarias. Danos tu abrazo paternal, cobíjanos con tu presencia amorosa. Te abrimos el corazón para sentir tu luz, tu inspiración, tu consejo y tu bendición. No nos dejes salir de tus manos.

Señor Jesús, gracias por habernos dado el amor del Padre, tu amor, el cual manifestaste con tu muerte en la cruz.

Reconocemos que tú eres nuestro Señor, nuestro Dios y nuestro Salvador.

Perdona Señor todos los pecados de mi vida. Pasa por toda mi vida bendiciendo y sanando. Sáname desde el momento de mi concepción. Bendice mis padres, mis abuelos, mis tatarabuelos y todos mis antecesores. Recorre mi vida con tu amor.

Coloca toda mi vida en tu cuerpo crucificado, en tus santas llagas, sangre, agua, dolores, lágrimas y angustias y las de tu Madre Santísima.

Si tú quieres, tú puedes sanarme. Que no sea mi voluntad sino la tuya. Señor encárgate de todo.
Madre Santísima, intercede por mí ante tu hijo y ofrece tus Santas lágrimas, madre dolorosa co-redentora del mundo.

Señor, yo te amo, te necesito, te bendigo, te alabo y te adoro. Dejo mi necesidad en tus manos. Encárgate de todo.

Límpiame de toda mancha, purifícame, santifícame, sáname.

Con la Virgen María, los ángeles y los santos te bendigo, te alabo y te adoro. Bendito seas Señor.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en un principio es ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén

Encuentro con Jesús 1 -Despedida

Así llegamos al final de este espacio, por la Voz de la Esperanza punto F. M. desde Armenia, Quindío, Colombia. Le damos gracias al Señor por sus bendiciones y le pedimos su protección. Quedan cordialmente invitados a nuestros próximo Encuentro con Jesús.

Que el Señor nos bendiga y nos guarde. Amén. Que el Señor brille su Luz en nuestras almas. Amén.
Que el Señor nos llene de su Gracia. Amén.
Que el Señor nos muestre su rostro, nos conceda su santidad y nos de su Paz. Amén.

Encuentro con Jesús 1 - Podcast

Transmitido originalmente por la Emisora La Voz de la Esperanza.fm de Armenia Quindío Colombia

Encuentro con Jesús 1


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