Espíritu Santo - Milagros - Poder de lo Alto

Espíritu Santo - Milagros - Poder de lo Alto - Entendiendo quienes somos

Entendiendo quienes somos

Todos venimos al mundo con una nube de ignorancia, tenemos que aprender todo en un proceso que comienza en el vientre de nuestras madres y concluye en el momento en que expiramos.
Nuestro primer conocimiento viene de nuestros padres, quienes nos enseñan básicamente que son nuestros protectores y benefactores y de ellos también aprendemos algunas cosas acerca de Dios.
A la edad de la razón comenzamos a formar nuestras propias percepciones de Dios. A partir de entonces, depende grandemente de nuestra fe el aceptar a Dios como Nuestro Padre Celestial y vivir ese principio, o simplemente mantener a Dios como un concepto que está más allá de la nuestra realidad.
Si nos atrancamos en nuestro nivel intelectual y decidimos hacer nuestro propio entendimiento de nosotros mismos, entonces estaremos confinados a una existencia similar a la de los animales y otras criaturas que simplemente nacen, crecen, existen por algún tiempo y luego mueren.
A menos que seamos enseñados por Dios, no entenderemos verdaderamente nuestra realidad espiritual. Ya sea a través de las enseñanzas que han sido confiadas a la Iglesia Católica o por el entendimiento de la Santa Biblia sin distorsión o si recibimos inspiraciones del Espíritu Santo.
Nosotros somos espíritus puros escondidos por nuestros intelectos; somos hijos inmortales de Dios escondidos en nuestra naturaleza humana. Somos seres muy poderosos, cuyo poder está aniquilado por nuestra falta de fe.
El intelecto tiene que ser vencido por la fe en Dios la cual comienza con las enseñanzas de nuestros padres y crece mientras aprendemos de Dios en las Sagradas Escrituras.
La fe es como una hermosa planta floral que tiene que ser plantada y cultivada si deseamos tener hermosas flores algún día. Por supuesto que no todos estamos interesados en hermosas plantas, no todos estamos interesados en cultivar la fe, especialmente ahora que vivimos en estos tiempos de hedonismo, materialismo y falta de búsqueda espiritual.
Para poder mover montañas tenemos que tener gran fe, dice el Señor (Mateo 17:20). Él les dijo, “Es por causa de su poca fe, porque en verdad Yo les digo, si ustedes tienen fe del tamaño de una semilla de mostaza, ustedes le dirán a esta montaña, muévase de aquí para allá, y esta se moverá; y nada será imposible para ustedes”. Esto implica un tremendo poder de lo alto, y eso es exactamente lo que Dios nos está ofreciendo, su propio poder al alcance de nuestra fe.
Cuando nosotros intentamos mover algo físicamente, tenemos que gastar energía en proporción a la cosa que deseamos mover. Cuando decidimos alterar una ley física al rezar por un milagro, tenemos que usar la energía de la fe que es algo precioso en los ojos de Dios.
Aquí viene la prueba. Si necesitamos un gran favor de Dios, ¿tenemos suficiente fe para pedir? ¿Nos merecemos recibir lo que estamos pidiendo? ¿Somos realmente Hijos de Dios para pedir milagros o solamente extraños para Él tratando nuestra astucia?
Todo depende de lo que creamos, si es que nuestras oraciones van a ser contestadas o rechazadas. También depende de nuestro estado de humildad ante Dios y la posición de la Voluntad de Dios con respecto a la situación que estamos pidiendo. Por eso realmente tenemos que conocer a Dios o tener una mente que piense con los pensamientos de Dios, puesto que Él aún se queja de que no lo hacemos
(Isaías 55:8-9)
8 Porque mis pensamientos no son sus pensamientos, ni sus caminos son mis caminos, dice el Señor.
9 Porque como los cielos están más altos que la tierra, así también mis caminos más altos que sus caminos, y mis pensamientos que sus pensamientos.
Esto no es imposible de alcanzar, puesto que Dios ha revelado su amor por nosotros y nos ha hecho disponible cualquier cosa que necesitemos. La pregunta es como aprender a utilizar ese poder celestial que es nuestro regalo.
¿Cómo deberíamos de vernos en los ojos de Dios?
Cuando yo me miro en los ojos de Dios, me debo sentir como nada.
Realmente no somos nada comparados con todo el universo si simplemente pensamos en términos físicos, porque el universo es infinito y Dios lo creó. Por esto podemos concluir que Dios es más grande que el universo. Pero esto no para ahí, Dios es el amo del tiempo y del espacio, así que nuestro entendimiento de Su poder es muy limitado, nunca podremos entender el Poder de Dios.
Somos espíritus creados por Dios quien es el Padre de todos los espíritus (Hebreos 12:9). ¿No deberíamos de tener la voluntad de subyugarnos al Padre de los espíritus y así vivir?
Y sin embargo ni siquiera aún discernimos nuestro propio espíritu, caemos presa de los malos espíritus y fallamos al no entender completamente el poder del Espíritu que trasciende materia y tiempo.
Pero Dios envió a Su Hijo Jesús al mundo para que pudiéramos vivir en Él y tuviéramos el poder de volvernos Hijos de Dios, (Juan 1:12) Pero a cuantos lo recibieron, aquellos que creyeron en su nombre, a ellos les dio el derecho de convertirse en hijos de Dios.
Si conocemos a Jesús, también conocemos al Padre (Juan 14:7) Si ustedes me conocen, conocen al Padre también. Desde ahora, ustedes lo conocen, y lo han visto.
Cuando pensamos en ser Hijos de Dios, entendemos que no somos realmente todo lo que sabemos de nosotros sino algo más grande en los ojos de Dios, quien tiene Sus propios designios para nuestra presente y futura vida espiritual.
En algún momento de nuestras vidas tendremos estas preguntas:
¿Quién soy?
¿De donde vengo?
¿Para donde voy?
¿Cuál es mi propósito en la vida?
Las respuestas son:
Soy un hijo de dios.
Vengo de Dios.
Voy hacia Dios.
Estoy aquí para conocer a Dios, amarle y servirle.
¡Tan simple como eso! Pero tenemos que vencer las barreras de nuestros intelectos y aceptar la visión del Espíritu que nos está llamando a ser Hijos de Dios.
Después de que aceptemos que somos parte de la familia de Dios, estaremos en una posición para portarnos como Hijos de Dios, de asumir las responsabilidades y disfrutar los beneficios de nuestra relación.

Autor: José de Jesús y María ©

Espíritu Santo - Milagros - Poder de lo Alto - Entendiendo quienes somos     If today you hear his word, harden not your heart.

Espíritu Santo - Milagros - Poder de lo Alto - Entendiendo quienes somos
www.theworkofgod.org/Spanish