Espíritu Santo - Milagros - Poder de lo Alto

Espíritu Santo - Milagros - Poder de lo Alto - El Espíritu Santo y María

El Espíritu Santo y María

La Santísima Virgen María es la más perfecta de todas las criaturas, Ella es la Inmaculada Concepción, en otras palabras Ella refleja perfectamente la imagen de Dios que Adán y Eva reflejaban antes de cometer el pecado.
La Virgen María fue concebida sin pecado por una Gracia de Dios muy especial, que la hizo llena de Gracia. Ella creció en esa Gracia y mas tarde recibió la petición de que se volviera la Madre de la Palabra, quien tomó carne y sangre de Ella y se volvió hombre. La Concepción de Nuestro Señor ocurrió por la acción del Espíritu Santo en el vientre virginal de María [Lucas 1:35].
Esta unión nupcial espiritual entre el Espíritu Santo y María es el encuentro más íntimo entre Dios y el hombre. Como resultado de esta unión fructífera tuvimos a Nuestro Señor Quien siendo Dios se humilló para vestirse con nuestra humanidad, permaneciendo prisionero en el vientre de la Bendita Virgen por nueve meses y acompañándola durante los treinta años de su vida.
A causa de esta unión de esposos, de María y el Espíritu Santo, Nuestra Señora fue ungida y santificada. Ella cooperó con el Espíritu Santo por el hecho de haber sido su más perfecto instrumento. Nadie puede reclamar que podría ser tan útil para Dios como lo es María. Por esto es que La Virgen María dice humildemente, “El Señor ha hecho grandes cosas en mí y Santo es su Nombre. Todas las generaciones me llamarán Bendita” [ El Magnificat Lucas 1:46-55 ]
Por la acción del Espíritu Santo, María se volvió el árbol de la Vida. El fruto de este árbol es primero Nuestro Señor Quien es el pan de la vida. Cuando aceptamos a Cristo en nuestras vidas y vivimos una vida Cristiana cumpliendo las promesas hechas en el Bautismo, nos volvemos los Hijos de Dios quienes por precedencia tienen la misma madre espiritual como su Hijo, Jesucristo Nuestro Señor. Entonces somos los hijos de la nueva Eva, hemos sido concebidos en el Inmaculado Corazón de María, su vientre espiritual.
Con razón Nuestro Señor dijo, ustedes tienen que nacer de nuevo: “ustedes se tienen que volver hijos de María.”
El Espíritu Santo engendra los hijos de Dios en María, Él lo hizo primero con Nuestro Señor, nosotros también somos los Hijos de Dios, Hijos de María.
En Revelación 12:17 se nos dice que el dragón, la serpiente antigua que es el demonio, estaba muy enojado con la mujer que concibió el hijo que reina todas las naciones [Revelación 12:5] cuya enemistad se declara en [Génesis 3:15]. Él (el demonio) fue a hacer la guerra contra la mujer y el resto de sus hijos (aquellos que aceptan a María como madre), aquellos que guardan los mandamientos [Revelación 12:17] y aceptan las enseñanzas de Jesucristo.
Así que este privilegio de ser la Esposa del Espíritu Santo es único en Nuestra Madre Santísima, y todavía Dios nos ha hecho a todos templos de su Espíritu Santo para que podamos estar unidos a Él y amarle como lo hace María.
Debemos de volvernos como María para poder recibir estos grandes regalos de Dios, tenemos que aprender a amar a Dios de la manera que Ella lo hace: como una perfecta hija de Dios el Padre, como una perfecta madre de Nuestro Señor Jesucristo y como la perfecta esposa del Espíritu Santo.
Amén.

Autor: José de Jesús y María ©

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