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Reflexiones espirituales
José Belmore Arias

Como ayudar las almas del Purgatorio, sufragios, misas, rosarios, devocionesComo ayudar las almas del Purgatorio, sufragios, misas, rosarios, devociones

Como ayudar las almas del Purgatorio, sufragios, misas, rosarios, devociones

Como ayudar las almas del Purgatorio

Después de nuestra muerte tenemos el Juicio Particular y luego ante la Verdad divina será resuelto nuestro futuro eterno, si somos salvados entraremos al cielo y pasaremos por la purificación del Purgatorio, si no somos salvados seremos arrojados al Infierno.

Así de sencillo!

El tiempo del Purgatorio depende de las culpas que tengamos que pagar, por eso es necesario que recibamos el Sacramento de la Preciosa Sangre de Cristo para que limpie nuestras culpas y a la vez debemos mostrar a Dios esa misericordia que Él espera de nosotros ayudando a las benditas almas del Purgatorio porque ellas no pueden rezar por ellas mismas en el estado de su prisión, ni pueden conseguir gracias por si mismas para disminuir su castigo.

Dios nuestro padre eterno está ansioso de recibir las almas del Purgatorio en sus brazos para que gocen eternamente de su visión beatífica, pero su amor no puede sobrepasar su Justicia y ya ha sido declarado cuanto tiempo de purificación necesita un alma para estar tan pura como la luz de Dios.

Nuestras devociones, especialmente las misas que ofrezcamos por las almas del Purgatorio son un refrescante alivio para las almas que arden en pena, y a la vez de ser un acto de caridad para con ellas, es el acto más grande de caridad que podemos hacer para Dios, puesto que Él desea tenerlas en su abrazo paternal, igualmente es un ofrecimiento muy grande para la Santísima Virgen María, madre nuestra y de todas las almas del Purgatorio que ansiosamente espera la entrada triunfante de sus hijos al Cielo.

Orando por las almas del Purgatorio, le hacemos bien a las benditas ánimas que esperan pacientemente una limosna de nuestro amor, honramos a Dios y a la Virgen María, damos gozo a toda la Iglesia triunfante al colaborar espiritualmente para que entren más almas al Reino de Dios y de esta manera conseguimos amigos celestiales que oran por nosotros, nos protegen y nos darán la bienvenida cuando se nos llegue el momento de entrar en la otra vida.

Se dice que más vale una misa bien atendida durante nuestra vida que muchas que se ofrezcan después de nuestra muerte, sin embargo, la Santa Misa es la devoción más valiosa que se puede ofrecer por el eterno descanso de un alma, o por todas las almas del Purgatorio, pues estamos ofreciendo la Preciosa Sangre, Agua, Dolores, y Angustias de Jesús y María, cuyo valor es infinito.

¿Como ayudar a las almas del Purgatorio con la Misa? Podemos ofrecer misas por las almas del Purgatorio y estas tienen mucho valor para obtener disminución de sus culpas y de su tiempo en Purgatorio.

¿Qué son las Misas Gregorianas?

San Gregorio Magno, Papa y Doctor de la Iglesia, cuando era Abad de un monasterio, mandó ofrecer treinta misas por un monje llamado Justo. Al final de las misas, este se le apareció a otro monje y le reveló que era ascendido al cielo, libre de las penas del Purgatorio por las treinta misas ofrecidas por su alma.

Desde entonces se ofrece esta hermosa devoción por el eterno descanso de las almas de Purgatorio.

Estas misas, se llaman ahora misas gregorianas, en honor de San Gregorio Magno. Se celebran seguidas por los difuntos, y son muy beneficiosas para la salvación de sus almas.

Si deseamos ayudarlas más, las mismas misas gregorianas fueron pedidas a San Vicente Ferrer por su hermana. Un ángel le reveló al santo que debería hacer cuarenta y ocho misas, y le pidió que las ofreciese en grupos como sigue:

Cuarenta y ocho misas son:
siete a la Virgen María; una a la Circuncisión; tres a los Patriarcas; una a la Santa Pasión; nueve a los Coros Angélicos; tres al Bautista y su voz; cinco a los Apóstoles; dos al Ángel Custodio; una a San Miguel de Difuntos, y las tres, con fervor, a todos los Confesores y Mártires del Señor; cuatro a los Evangelistas; una al Miércoles de Pasión, cinco a las Llagas de Cristo, y tres, con devoción, a la Santa Trinidad.
Éstas, insigne varón, son las cuarenta y ocho misas.

Mi esposa y Yo ofrecimos estas misas por nuestros amados difuntos, y tuvimos varias experiencias con las almas del Purgatorio.

Al final del video puedes encontrar enlace a dicho testimonio.
También podemos ofrecer coronillas de la divina Misericordia por las almas del Purgatorio.

Como sacar almas, ánimas benditas del purgatorio

Podemos rezar el Santo Rosario para darles alivio en sus sufrimientos.

Podemos hacer sacrificios y ofrecer limosnas por las almas del Purgatorio.

Podemos hacer la devoción de los cien réquiem la cual es muy sencilla.

La podemos hacer con un rosario común de cinco décadas, recorriéndolo dos veces para formar las diez decenas, o sea la centena de Réquiem.

Se empieza rezando un Padrenuestro y después una decena de Réquiem en esta forma:
Dadles, Señor, descanso eterno y brille para ellas la luz perpetua. Descansen en paz, Amén.

En cada cuenta grande o sea donde se hace el Padre Nuestro se dice esta jaculatoria y ofrenda:
Almas santas, almas pacientes, almas cautivas, rogad a Dios por nosotros, que nosotros rogaremos a Dios por vosotras para que El Señor os dé la gloria eterna.
Padre eterno, os ofrecemos la sangre, pasión y muerte de Jesucristo, los dolores de la Santísima Virgen y los de San José, por la remisión de nuestros pecados, la libertad de las almas del Purgatorio y la conversión de los pecadores.
En seguida se rezan la segunda y demás decenas de Réquiem sobre las cuentas pequeñas, repitiendo la jaculatoria y la ofrenda sobre cada cuenta grande. Acabadas las diez decenas, o sea la centena de Réquiem, se recita el Salmo ciento veintinueve, llamado

DE PROFUNDIS
Desde el profundo abismo de mis penas a Ti clamo, Señor, de noche y día; oye, mi Dios, los incesantes ruegos
de un corazón contrito que se humilla.
Estén gratos y atentos tus oídos a mi voz lamentable y dolorida: a Ti mis penas y gemidos lleguen pues a escucharlos tu piedad se inclina.
¿Si siempre airado tus divinos ojos sobre las culpas de los hombres fijas, quién estará confiado en tu presencia,
confundiéndonos sólo ante tu vista?
Más la eterna palabra de tu seno que aplaque espero tus terribles iras; porque son inefables tus promesas y con tus gracias al pecador invitas.
Así aunque mi alma acongojada gime, contemplando el rigor de tu justicia, por tu palabra la indulgencia espera,
de que la hacen culpas tan indigna.
¡Oh pueblo electo! De mañana y noche, en todos tus peligros y fatigas, acógete al Señor con la confianza que en su ley soberana nos intima.
Porque es inagotable su clemencia; se muestra con los flacos compasiva; de todas sus miserias los redime,y siempre que le claman los auxilia.
Este Dios abrevie el tiempo en que logre Israel su eterna dicha, cuando de tus pecados la liberte, que con tanto rigor la tiranizan.

El Señor le reveló a Santa Gertrudis esta oración que saca mil almas del Purgatorio:
Padre eterno, yo te ofrezco la preciosísima sangre de tu Divino Hijo Jesús, en unión con las misas celebradas hoy día a través del mundo, por todas las benditas animas del purgatorio, por todos los pecadores del mundo.
Por los pecadores en la iglesia universal, por aquellos en propia casa y dentro de mi familia. Amen


El Señor me reveló esta oración dorada, enlace provisto en la descripción del video, que aparte de ayudar a las almas del Purgatorio también la podemos ofrecer por cualquier necesidad.

Oración dorada para ayudar las almas del Purgatorio

Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Preciosísima Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu amado Hijo, Nuestro Señor Jesucristo y las penas del Inmaculado Corazón de María, Nuestra Señora, Madre Dolorosa, Co-Redentora del mundo.

Te ofrezco las Santas Llagas de Jesús y del Inmaculado Corazón de María. Te ofrezco la Preciosa Sangre y el Agua del Sagrado Corazón de Jesús.
Te ofrezco las Santas Llagas, Preciosa Sangre, Agua, Dolores, Lágrimas y angustias de Jesús y María. También te ofrezco los méritos de todas las Santas Devociones, Santos Rosarios y Santas Misas que se están ofreciendo, se han ofrecido y se ofrecerán en tiempo y en eternidad, por las almas del Purgatorio

Y concluimos haciendo una oración final para ayudar las almas del Purgatorio:
Dales Señor el descanso eterno
Y brille para ellas la luz perpetua
Descansen en paz. Amen.
Oh María concebida sin pecado, ruega por nosotros que recurrimos a vos.

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