4/13/2019
Señor, gracias por un nuevo día colmado de gracia y bendición. Hoy Señor quiero sembrar en mi corazón la semilla de la fe. Te agradezco porque en el bautismo se ha encendido en mi vida la llama de la fe, porque he podido entender cada día, mi trabajo, mi estudio, mis carencias, mi apostolado, mi servicio, todo lo que soy, desde la fe. La fe es confianza, abandono en tus manos oh Dios, fuerza espiritual para superar los obstáculos de tu mano Dios mío.

La fe es confianza en Ti, en mis hermanos, en mi mismo. Perdóname, Señor, porque muchas veces me he dejado llevar por las dudas, la confusión y los Miedos.

He tambaleado en mi vida porque me he sentido solo y he pensado, Señor que tú me has abandonado. Pero al beber de tu Palabra me doy cuenta que jamás me has abandonado, que cuando solo vi dos huellas en la arena, es porque me llevabas en tus brazos.

Soy yo quien por mi terquedad y negligencia te he abandonado muchas veces, me he dejado llevar por el desespero, la angustia y la tristeza. Hoy de nuevo quiero, Señor, ponerme en tus manos y encender en mi corazón la llama de la fe, para superar las dudas, las divisiones y hacer tu santa voluntad.

Quiero, Señor decir con San Pedro: “Señor, creo en Ti pero aumenta mi fe”. Tu me enseñas que si tuviera fe como un granito de mostaza, diría a esta morera quítate de ahí y plántate en el mar y obedecería”.

Y el apóstol Santiago nos enseña que la fe debe estar acompañada de buenas obras. No basta con decir: “yo creo”, es necesario vivir la fe. No basta con creer en ti es necesario creerte a ti.

Hoy quiero pedirte que me ayudes a purificar mi fe y que me des una fe grande para amar y fuerte para luchar. Te lo pido por intercesión de la Santísima Virgen María, mujer de fe. Amén

Señor, creo en Ti pero aumenta mi fe