5/12/2019
Señor, buenos días; aquí estoy de nuevo en este día domingo para alabarte por todas las cosas lindas que nos ha dado, por el regalo maravilloso de la vida y de nuestras familias. Señor, hoy quiero reconocer que tú has enviado a Jesucristo como nuestro hermano y amigo, el pastor que nos conduce a pastos abundantes, que nos conoce y da la vida por sus ovejas.

Gracias Señor Jesús porque eres el pastor que nos amas, cuidas y das la vida por nosotros. A veces he sido Señor una oveja desobediente, no he escuchado tu voz y me he ido tras la llamada de falsos pastores; no he tenido la sensibilidad para reconocer a los lobos disfrazados de ovejas que han llegado a mi vida haciendo estragos, haciendo que mi fe tambalee y llevándome a la duda como a Tomas.
Señor, he sido rebelde, intransigente y llevado de mi parecer; ha podido más la soberbia que la humildad. Te reconozco como el único Pastor, tú me llamas en la vida cristiana a abandonarme en tus manos, a sentir tu mano salvadora, a aceptar que has venido a calmar mi sed y a curar mis heridas.
Como el buen pastor tú quieres conducirme por el camino del bien y preparas un banquete para mi. Como el hijo pródigo té alegras con mi regreso a casa, te complaces en mi conversión. Hoy puedo decir con el salmista; “eres mi Pastor oh Señor, nada me faltará si me llevas tu”.

Y así es Señor, tú me conoces y sondeas mi corazón; tu me inspiras el camino por la senda de la justicia, la rectitud y La Paz; tu me señalas el camino que conduce a la vida y me alertas sobre el camino de la perdición, amplio y espacioso.

Sana Señor mi corazón de heridas como el rencor, el odio, la rabia y los prejuicios contra mis hermanos. Me prevengo contra aquellos que me han Hecho daño y difícilmente puedo volver a confiar en ellos.

Junto a esta fiesta de buen pastor hoy Señor te doy gracias por la maternidad como regalo y por nuestras madres, divino tesoro que aquí en la tierra nos acompañan y nos guían; elevo una plegaria de amor por aquellas mamás que ya han partido de este mundo.

Señor, cuando mi madre partió para tu casa aprendí que se pierde una mamá aquí en la tierra pero se gana un angelito allá en el cielo. También ellas como los buenos pastores dan la vida por nosotros sus ovejas, no escatiman nada para entregar sus vidas y lo hacen sin esperar nada a cambio. E

levo también una plegaria de amor por los sacerdotes en este día del buen pastor para que sean fieles seguidores, intrépidos evangelizadores y apóstoles de la misericordia. Todo esto Te lo pedimos por intercesión de la Santísima Virgen María, madre del Buen Pastor y templo del Espíritu Santo. Amén

Eres mi Pastor oh Señor, nada me faltará si me llevas tu