El Trabajo de Dios

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Reflexiones Obispo Carlos Arturo Quintero Gómez

La vida y la vocación de nuestros maestros

La vida y la vocación de nuestros maestros

5/15/2019
Señor, gracias por este nuevo día, por la alegría de soñar la vida y ser para ti instrumento de amor. Hay muchos hermanos que necesitan de mi, puedo brindarles una palabra de consuelo y ayudarles a levantarse cuando han caído; puedo mirarles a los ojos y señalarles el camino que conduce a ti; puedo susurrarles al oído que tu los amas y los quieres felices y puedo ser también un puente para que muchos a través de mi ejemplo puedan llegar a ti, que eres Camino, Verdad y Vida.

Hoy de manera especial deseo Señor agradecerte por la vida y la vocación de nuestros maestros. Ser maestro es ser instrumento de amor, implica dar la vida por los alumnos, llegando a considerarlos hijos sedientos de aprender. Ser maestros comporta el buen ejemplo, actuar con rectitud y ética; implica vivir coherentemente y llevar de la mano a los hijos al encuentro con la sabiduría.

Tu eres Señor la sabiduría y si cada maestro conduce a sus alumnos a la sabiduría, podrán conocerte, amarte y seguirte. Ilumina a los maestros y dales la sabiduría para que puedan orientar a los niños, adolescentes y jóvenes, por el camino del bien.

Que podamos descubrir que es más fácil castigar que reprender; que es más fácil regañar que persuadir; que es más fácil recriminar que enseñar. Pero el gran desafío es precisamente persuadir y orientar. Ayuda a nuestros maestros a que sean testigos; que sean capaces de dar la vida; que vibren con pasión por lo que son, lo que saben y lo que desean enseñar. Que enseñen y aconsejen con creatividad; que tengan siempre la iniciativa de ser constructores de justicia y de paz, que anhelen la solidaridad y se esfuercen por formar en valores; que aferrados a ti sean signo de amor y caminando contigo, se sientan firmes, se conviertan en peregrinos de esperanza y sean fervientes colaboradores en la construcción de una sociedad más justa y más humana.

Gracias Señor por los Docentes que nos han mostrado con su vida el camino al éxito, que nos han enseñado con pasión y alegría, que nos compartido sus conocimientos. Gracias por los maestros que han dado su vida al servicio de la Educación y la transmisión de la cultura; por los que han sacrificado sus vidas.

Por ellos te doy gracias y te bendigo y te pido que me des la alegría de ser yo también un maestro de la fe y de la esperanza. Te lo pido por intercesión de la Santísima Virgen María, madre y maestra. Amén

La vida y la vocación de nuestros maestros

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