El Trabajo de Dios

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Reflexiones Obispo Carlos Arturo Quintero Gómez

Paciencia, prudencia y perdón, fórmula para alcanzar La Paz

Paciencia, prudencia y perdón, fórmula para alcanzar La Paz

5/22/2019
Señor, de nuevo estoy ante ti postrado reconociendo tu inmensa grandeza. Aquí estoy, siento tu presencia, experimento tu bondad.

Gracias Oh Dios porque te has revelado en tu Hijo Jesucristo, el Verbo encarnado. Señor Jesús, en tu Palabra me dices: “mi paz les dejo mi paz les doy”; necesito superar Señor las pruebas para entrar en tu gloria; necesito sentir que mi vida está colmada de paz y alegría.

Tu eres la fuente de mi inspiración, eres La Paz estable y duradera, te reconozco como el Príncipe de la Paz. Concédeme Señor constancia, fe y esperanza para seguir batallando sin escatimar esfuerzos.

Hoy Señor quiero aplicar en mi vida la fórmula de la P. Se que no consigo estos medicamentos en una farmacia, sino a tus pies, postrado en tu presencia, en el silencio de la oración y la adoración. Esta fórmula que solo puedes recetar tu que eres el médico de los cuerpos y de las almas; esa fórmula está compuesta por la paciencia: paz que es la virtud de los Santos y ciencia, que es la virtud de los sabios. La prudencia que hace verdaderos sabios y el perdón que nace en el corazón de un ser humano libre y decidido. Así, paciencia, prudencia y perdón se constituyen en una fórmula para alcanzar La Paz.

Señor, ayúdame a confiar plenamente en ti, a sentir que junto a ti puedo alcanzar la serenidad y la tranquilidad. Sin ti mi vida se sacude en medio de las olas y las cumbres borrascosas; sin ti pierdo el norte de mi vida.

Quiero revestirme Señor de la fuerza de tu amor, quiero sentir tu cercanía y asumir el evangelio como norma de mi vida. Cuídame Señor para no tropezar, para ser un faro de luz y para ayudar a mis hermanos que están confundidos.

Ayúdame a recuperar la libertad que he perdido por el pecado; desata Señor los nudos de la maledicencia, la mentira, el engaño, la frivolidad, la insensibilidad, la injusticia y haz que sepa discernir siempre entre lo bueno y lo malo buscando siempre hacer el bien y evitar el mal; aprendiendo a escoger entre dos bienes el mejor y entendiendo la libertad no como hacer lo que se quiere sino querer siempre lo que se hace. Te lo pido Señor por intercesión de la Santísima Virgen María, Virgen de la Paz y señora del silencio. Amén

Paciencia, prudencia y perdón, fórmula para alcanzar La Paz

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