5/30/2019
Señor, quiero comenzar este nuevo día abriendo mi corazón a tu gracia y pidiéndote que me ayudes a expulsar de mi vida toda piedra de tropiezo para mi y mis hermanos. Esas piedras que son incómodas y que maltratan porque incomodan: el mal genio, la agresividad, la crítica, el engaño, la indiferencia.
Con gozo Señor te alabaré durante esta jornada y por eso te pido que me des la alegría de poder experimentar tu cercanía y tu amor. El tiempo va pasando y me doy cuenta que debo aprovechar mejor cada segundo y cada minuto.
Quiero Señor entender mi misión aquí en la tierra. Aún no he cumplido mi misión. Debo esforzarme, ser muy paciente y prudente y entender que el amor todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. Ayúdame
Señor a tener claridad de lo que debo hacer, la firme convicción de mi obrar recto y honesto, la alegre esperanza de ser testigo de tu amor ante mis hermanos, la caridad para tratar con dulzura a quienes se han equivocado. La tenacidad para perdonar y reconciliarme con aquellos que me han ofendido; la fortaleza para enfrentarme a las tentaciones, la valentía para caminar hacia adelante buscando siempre el camino del bien y la ruta a la santidad. La humildad para reconocer que solo no soy capaz, que contigo Señor, todo lo tengo y sin ti nada soy.
Dame la fuerza para no decaer y dejarme vencer ante la tentación de la vida fácil, del bienestar, de la incoherencia. Aquí estoy para servir sin esperar nada a cambio y para ser luz, sal y levadura que fermenta la comunidad. Te lo pido por intercesión de la Santísima Virgen María, madre de los creyentes. Amén |
