6/2/2019
Señor, te ofrezco este nuevo día, después de haber reparado mis fuerzas. Ahora al abrir mis ojos y contemplar un nuevo día, quiero emprender esta jornada preparándome para la venida del Espíritu Santo.
Te pido Señor el don de piedad para crecer en fervor y amarte cada vez más, déjame saborear el néctar de tu amor y la alegría de conocerte cada día más y seguirte con convicción.
Dame Señor el don de consejo para comprender que quieres de mi y para ayudar a muchos hermanos que se hallan confundidos.
Dame, Señor el don de fortaleza para luchar sin desanimarme y para superar las dificultades sintiendo tu presencia y confiando en tu bondad.
Dame el don de sabiduría para saber distinguir entre lo bueno y lo malo; para tomar decisiones acertadas y para convertirme en testigo de tu amor.
Dame, Señor el don de entendimiento para tener la claridad en lo que debo hacer y para elegir el camino de la rectitud y la santidad.
Dame el don de ciencia para conocer tu voluntad y servir con alegría a mis hermanos;
Dame el don de temor de Dios para obedecer tus mandatos y guardar en mi corazón tu Palabra de amor.
Necesito Señor correr el riesgo y lanzarme a la conquista de los valores del reino; quiero Señor amar mi vida y entender que si la deseo amar debo darla por mis hermanos a imagen de tu Hijo Jesucristo, que murió en la Cruz por toda la humanidad.
Señor quiero disponer mi corazón, como María Santísima, para que el Espíritu Santo, inunde mi vida, infunda en mí el deseo de ser fuerte para ser tu testigo y anunciarte entre mis hermanos.
Haz Señor que el mandato misionero de ir por todo el mundo a predicar el evangelio se convierta en un camino de esperanza para comprender que debo evangelizar a tiempo y a destiempo. Ay de mi si no evangelizo. Te lo pido por intercesión de la Santísima Virgen María, primera discípula y misionera, madre de los creyentes. Amén |
