6/6/2019
Te alabo y te bendigo oh Dios por este nuevo día. Me abandonó totalmente en ti. Gracias Señor porque en tu Hijo Jesús me llamas a vivir en armonía y unidad.
Se lo que significa la unidad en la diversidad. Oh Jesús tu nos has enseñado en la oración sacerdotal: “Padre, que todos sean uno, para que el mundo crea”.
Haz Señor que la unidad sea un signo creíble de tu Iglesia. Que nos esforcemos cada día en nuestras familias, en nuestras comunidades, en nuestros presbiterios y comunidades religiosas por vivir esta unidad, aceptando nuestras diferencias, ayudándonos los unos a los otros, creciendo juntos en la fe, compartiendo una palabra de consuelo con aquellos que se hallan confundidos.
Que nada ni nadie nos arrebate la armonía. Si se pierde vendrá a nosotros la envidia y crecerán los conflictos y las divisiones. Señor, no nos dejes extraviar en la oscuridad del pecado, de la soberbia, de la indiferencia y de la omisión. Que al contrario, podamos iluminar nuestras vidas y la de los demás con el brillo de la esperanza, el fulgor del amor, el esplendor de la verdad, el calor de la misericordia.
Que podamos vivir muy serenos en tu presencia y en tu nombre lanzar las redes; que nos preocupemos por esparcir la semilla de la bondad, la ternura y la dulzura; que seamos sencillos y honestos, responsables y alegres, dispuestos siempre a cargar la cruz y a asumir este camino de fe y de esperanza que nos lleva a ti, la luz que no tiene ocaso, la vida que se nos da en abundancia, la vid de la que debemos estar siempre aferrados y la verdad que nos hace libres y nos colma de alegría y felicidad. Todo esto te lo pido por intercesión de la Santísima Virgen María, mujer dócil y generosa, peregrina del amor. Amén |
