El Trabajo de Dios

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Reflexiones Obispo Carlos Arturo Quintero Gómez

Que podamos levantarnos de los escombros de la corrupción

Que podamos levantarnos de los escombros de la corrupción

6/11/2019
Señor, ya comienza este nuevo día con todos sus afanes. Quiero alabarte y decirte: aquí estoy.

En tu Hijo Jesucristo hemos reconocido el amor, la bondad, la misericordia. Oh Jesús Tu nos has enseñado que cada día trae su propio afán; así es, y en medio de nuestros afanes, cansancios y fatigas podemos descubrir que la fuerza del amor todo lo transforma.

Tu vienes a nuestra vida y cambias nuestra tristeza en alegría, nuestro llanto en júbilo y nuestro dolor, en esperanza. Tu eres Señor la fuente de ese amor.

Señor, hoy quiero pedirte de modo especial por mi Patria colombiana, tan bendecida y a veces tan ultrajada. Una nación en la que se vive la fe pero se desmorona moralmente; una hermosa República que muchos la saquean ante la mirada pasiva y atónita de quienes deseamos La Paz, impotentes muchas veces y arrinconados en nuestras ideas y deberes.

Pongo en tus manos la polarización de mi país, el ambiente de corrupción, los cientos de líderes sociales amenazados y asesinados, la politiquería y el sectarismo.
Pongo en tus manos Señor este momento histórico en que nos preparamos para nuevas elecciones a Gobernaciones, Alcaldías, consejo y asamblea; haz que los corazones de los colombianos se tiñan del blanco de la Paz, del verde esperanza y del amarillo de nuestra riqueza.

Señor pongo en tus manos la vida de los colombianos honestos, trabajadores, emprendedores, dispuestos a defender La Paz y la justicia.

Pongo en tus manos la vida de nuestras familias necesitadas de armonía; fortalécelas en su fe.

Pongo en tus manos la vida de los niños, jóvenes, ancianos, protégelos y cúbrelos con tu sangre para que se sostengan firmes, sanos y fuertes.

Pongo en tus manos la vida de los enfermos, de aquellos que están en su lecho sufriendo en el silencio, postrados y con la esperanza de volver a las actividades ordinarias.

Pongo en tus manos la vida de los desvalidos y menesterosos, de los discapacitados y enfermos mentales; de los encarcelados y desplazados de sus tierras; de los militares y los gobernantes; de los servidores públicos y los empresarios. La vocación de nuestras familias y de nuestra Iglesia.

Pongo en tu mano la vida de esta bella nación; haz que renazca para ella la esperanza y que podamos levantarnos de los escombros de la corrupción para ser una nación justa y solidaria. Te lo pedimos por intercesión de la Santísima Virgen María. Amén

Que podamos levantarnos de los escombros de la corrupción

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