El Trabajo de Dios

Ir a página de Monseñor Carlos Arturo
Reflexiones Obispo Carlos Arturo Quintero Gómez

Señor gracias te doy por la vida y la vocación, por el trabajo que dignifica

Señor gracias te doy por la vida y la vocación, por el trabajo que dignifica

6/15/2019
Gracias Señor por este nuevo día, por el sol que nos calienta, por la luna y las estrellas. Hoy Señor pienso en los hombres y mujeres que han dado lo mejor de sí a la sociedad, aportando para la construcción de la Paz, de una sociedad más justa y más humana, a través del trabajo, el sacrificio y la entrega.

Hombres y mujeres que después de un trabajo arduo un día terminaron su ciclo de ocupación en las organizaciones en las que entregaron todo. Los pensionados, Señor. Ellos siguen siendo un baluarte para nuestro mundo y siguen aportando a la sociedad. en el disfrute del retiro laboral.

Señor gracias te doy por la vida y la vocación, por el trabajo que dignifica, por los valores que tantos pensionados aprendieron; por el compañerismo, por las organizaciones en que trabajaron.

Gracias Señor, por todo el aprendizaje a lo largo de sus vidas, lo que les ha permitido llegar a la vejez, disfrutando de una pensión como una maravillosa bendición, fruto de su esfuerzo, de su tenacidad y de su exigencia. Muchos de ellos, Señor sienten que esta etapa de sus vidas es muy saludable.

A pesar de los achaques, pueden sentir que ha valido la pena el sacrificio y la donación de sus vidas. Han ganado mucho en paciencia, en sabiduría, en capacidad de reflexión y en espíritu de fe.

Haz Señor que no se sientan arrinconados por la sociedad, que no se sientan un estorbo para sus familias; que no sean una carga para los suyos. No los dejes caer en la amargura de la soledad y en la experiencia del abandono.

Junto a ti Señor, ellos se sienten rejuvenecidos. contemplando la belleza del paisaje se sienten más vivos que nunca; compartiendo con sus seres queridos se sienten los seres más amados del mundo.

Sin Ignorar lo feliz que han sido y el gozo y la esperanza con que han vivido, ayúdales a reconocer que han padecido también dolencias, enfermedad, dolor y sufrimiento. Pero, al estar cerca de ti, experimentan la fortaleza que necesitan, la constancia y la perseverancia para ser un testimonio vivo de tu amor. Señor Que en mi vejez me convierta en apóstol de la misericordia. Amén

Señor gracias te doy por la vida y la vocación, por el trabajo que dignifica

Apostolado del Trabajo de Dios - ocaqg©#66