6/20/2019
Señor de nuevo té digo: gracias por este día hermoso; gracias porque me conoces y me ayudas, porque me regalas un nuevo día; gracias por el don maravilloso de la vida.
A veces Señor me despierto muy temprano o me despierto durante la noche en medio de mis preocupaciones y angustias; no siempre logro conciliar el sueño y me despierto sobresaltado en ocasiones. Te pido La Paz.
Ayúdame a no perder la cordura, a ser fuerte ante los problemas y dame la capacidad para tomar decisiones acertadas. No me dejes Señor tambalear ante la crisis, ante las carencias y limitaciones; Señor me has enseñado que de la abundancia del corazón hablan los labios y como dice San Pablo: “el que siembre tacañamente, tacañamente cosechará; el que siembra generosamente, generosamente cosechará”.
Quiero ser un sembrador de valores plasmando en mi corazón los valores evangélicos de la misericordia, la compasión, el perdón, la reconciliación, la servicialidad, el compromiso.
Quiero ser profeta de la esperanza que pueda esparcir estas semillas en el corazón de muchos hombres y mujeres necesitados de consuelo y esperanza. Quiero ser apóstol de la misericordia dispuesto siempre a hacer tu voluntad. Concédeme la gracia de vivir cada día con ilusión.
No dejes que mi corazón se debilite con el odio, el rencor, el desamor, la impaciencia, la agresividad; que me revista de paciencia para ser signo de unidad y de perdón, para convertirme en misionero del perdón y la reconciliación. Se Señor que todo será posible si confío plenamente en ti, fuente de la unidad y de la Paz. Todo esto te lo pido por intercesión de la Santísima Virgen María, madre de la Paz. Amén |
