6/24/2019 Señor gracias por este nuevo amanecer y por tu cercanía y tu amor. Señor hoy quiero ofrecerte la actividad física como una maravillosa oportunidad para estar bien anímicamente, para mantener el equilibrio de la vida y para sentirme sano.
Señor, junto a la actividad física, comprendo la necesidad de la actividad espiritual; acompañar nuestro espíritu deportivo del entrenamiento espiritual que nos ayude a afianzar nuestro testimonio, a estar siempre dispuestos a servir a los más débiles y a entender que no sólo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Señor, quiero pedalear en la fe; quiero caminar en la esperanza; quiero trotar en la fidelidad; quiero hacer una travesía por la lealtad, la servicialidad, la generosidad, la donación de mi propia vida.
Cuando me sienta agotado por el peso de los años y mis problemas dame la fuerza de tu espíritu para levantarme sin mirar atrás y convertirme para mis hermanos en sal y luz.
Sal para condimentar y luz para iluminar mi vida y la de los demás. Te lo pido por intercesión de María Santísima, Reina de la Paz. Amén |