3/31/2019
Señor, quiero escuchar tu voz para comenzar este nuevo día en medio de la Luz y del amor, de la verdad y la justicia. Hoy, mi deseo es regresar a Ti, como el hijo pródigo, reconociendo tu misericordia y tu bondad. Muchas veces he despilfarrado los dones y talentos que me has dado, me he alejado de la Casa, he abandonado tu amor. Te he dado la espalda y he preferido comer de las algarrobas que le daban a los cerdos, he preferido enredarme en las cosas del mundo y he perdido la libertad de ser tu hijo. Por eso, Señor, te pido perdón, quiero regresar a tu casa, quiero levantarme, tomar la decisión de cambiar, emprender el camino por la senda de la conversión, sentir tu abrazo y el beso del perdón, recibir de ti el anillo como signo de la nueva alianza sellada con amor, vestirme con la túnica de la gracia y de la reconciliación, ponerme las sandalias de la libertad, pasar de la soledad a la vida en comunidad, celebrando el banquete del amor y la unidad, reconociendo tu presencia sanadora en la eucaristía que celebramos, comiendo de tu cuerpo y de tu sangre, reconociendo que eres el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Sin embargo, Señor muchas veces me he portado como el hermano mayor, he estado cerca de ti como un desconocido, no me he ido de la casa pero he estado lejos de tu corazón, no te he dejado de servir pero ha podido más la envidia, el resentimiento y la soberbia y he visto a mis hermanos como si fueran mis adversarios. Ayúdame, Señor para tomar conciencia de la profundidad del perdón y entrar así a la fiesta, celebrando el regreso a casa, la apertura a la conversión y la caminata a la santidad. Gracias, Señor porque me recibes y me acoges con la ternura de un Padre y me abrazas con la fuerza de tu amor. Revísteme, Señor con la alegría del perdón y por intercesión de la Santísima Virgen María dame la gracia de vivir en paz y armonía. Amén

Mi deseo es regresar a Ti, como el hijo pródigo