Ayuda Divina

Dios es la Respuesta

Ayuda Divina El Señor siempre está listo para ayudarnos.
Justo cuando sentimos que ya no podemos más y nuestra situación se ha vuelto demasiado complicada, el Señor está muy ansioso por ayudarnos. El problema es que cerramos nuestras puertas a la ayuda divina porque no abrimos nuestros corazones a la Voluntad de Dios, nos apoyamos completamennte en nuestras propias fuerzas y negamos a Dios su ayuda divina.


El Señor dice:
Psa 33:20 Esperamos anhelantes a Yahvé, él es nuestra ayuda y nuestro escudo;
Psa 34: 17 Cuando los justos claman por ayuda, el SEÑOR oye, y los rescata de todas sus angustias.
Psa 119:147 Me adelanto a la aurora y pido auxilio, espero en tu palabra.
Isa 41: 10 No tengas miedo, pues yo estoy contigo; no temas, pues yo soy tu Dios. Yo te doy fuerzas, yo te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa.
Mat 11:28 Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso.

Ayúdame SeñorMi querido hijo, Yo conozco todo acerca de tus necesidades. Deseo ayudarte, pero debes aprender a venir a mí, no solo cuando necesites ayuda. Recuerda, debes venir a mí con frecuencia, en alabanza y acción de gracias para que puedas cultivar una relación santa conmigo.
Yo soy el Señor tu Dios, tu Padre, estoy muy complacido de ayudarte cuando tu me pides de la manera correcta. Algunas veces me pides cosas que quieres, pero de hecho, no las necesitas, pueden hacerte más daño que bien. A veces te hace falta algo, pero Yo sé que es mejor para ti que te quedes de esa manera para mi propósito celestial. En cualquier caso, haces muy bien en pedirme ayuda, pero no obtienes mucho cuando estás ansioso porque tu le estás dando poder a tu amor propio y a tus necesidades, y no a tu confianza en mí. Si quieres que tu oración sea respondida, debes entregarme tu necesidad y dejarla en mis manos para que yo pueda ocuparme de ella de acuerdo a mi Voluntad.

Tu oración debería ser:
Padre celestial, vengo humildemente ante ti, necesito tu ayuda.
Por favor, ayúdame, confío en ti.
Pongo mi necesidad en tus Manos Sagradas, cuída de ella, haz lo que quieras.
Padre, te entrego mi necesidad, no pensaré más en ella porque confío en ti.
Te alabo y te agradezco por tu bondad, gracias, Padre.
Te pido esto a través de Cristo Nuestro Señor. Amén.

Apostolado del Trabajo de Dios
José de Jesús y María Delr ©#3

Ayúdame Señor
El Trabajo de Dios
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