Visión de Sacerdote ante Dios
Cuando estaba haciendo oraciones de reparación ofreciendo las Santas Llagas, Sangre, Agua, Dolores, Lágrimas y Angustias de Jesús y las de la Santísima Virgen María; vi un Sacerdote, aunque en el Espíritu entendí que era yo haciendo el ofrecimiento.
El lugar era como una mansión antigua y el Sacerdote llevaba como un cáliz con hostias y lo tenía sobre su pecho, a la vez, subía por unas escalas que ascendían en curva al primer piso.
Del primer piso bajaba un hombre vestido con un manto blanco resplandeciente en luz, descendía para encontrarse con el Sacerdote.
Entendí que el Padre Celestial está siempre ansioso de recibir las ofrendas de Misericordia que se hacen en su Hijo Jesús a través de su Pasión, Agonía y Muerte.