Encuentro con Jesus 16 - Misterio de la Santísima Trinidad
Autor:
José de Jesús y María
Encuentro con Jesús 16
Nos reunimos una vez más gracias al Señor que nos permite este espacio, bajo la dirección espiritual del Obispo Carlos Arturo Quintero Gómez.
Les habla José Belmore Arias en compañía de mi esposa Ofelia Correa.
Te damos gracias Señor Dios Padre de la vida que nos permites tener este Encuentro con Jesús
Es un gran gozo estar de nuevo hablando de Dios a quien queremos tanto y poder compartir con ustedes estos regalos del Espíritu.
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Señor te pedimos perdón por nuestros pecados, luego te daremos alabanzas, te adoraremos, leeremos el evangelio, recibiremos tu explicación. El tema de este día es la Santísima Trinidad, basado en mensaje del Señor explicándonos este gran misterio.
Concluiremos con una oración de Liberación y Sanación.
Somos pecadores
En pecado fuimos concebidos, en pecado hemos ofendido a Dios tantas veces. Señor perdónanos.
Me arrepiento Señor de haberte ofendido, pues el pecado nos ha conseguido la muerte y también causar tu muerte en la cruz.
Gracias Señor por tu misericordia infinita que teniendo compasión por nuestra pobre humanidad te hizo descender de la Gloria del Cielo para sufrir por nosotros con tanto dolor en la cruz.
Danos Señor la Sabiduría para entender cuanto te hemos ofendido y como debemos de venir a ti con un corazón humillado y contrito.
Alabemos al Señor
Los Cielos y la tierra son testigos de tu grandeza. La Gloria de tu Presencia lo llena todo y nos recuerda que tan grande es tu amor.
La tierra gira en silencio, los astros se mueven, el sol no cesa de arder y brillar su luz, la naturaleza vive en torno a nosotros y todo esto es tu regalo para la criatura.
Todos los corazones laten porque tu les das la vida, la sangre recorre todo el cuerpo llevando su regalo celestial, cuanto amas tu creación Señor, bendito seas.
La Virgen María, los ángeles y los santos en el Cielo te alaban, te adoran y te glorifican, todas las criaturas se regocijan por el regalo de la vida, y todos los que te recordamos te damos alabanza y agradecimiento, porque tú eres santo y bueno Señor.
Demos gracias al Señor
Oh Señor, cuanto tenemos que agradecerte, porque tú nos has dado todo. Gracias Señor porque tu nos das y nunca paras de dar.
Gracias Señor por el regalo de la vida que late continuamente en nuestro corazón, gracias Señor por todo el amor con que nos rodeas en nuestros seres queridos, padres que nos han dado su amor, hermanos, primos, hijos, amigos, esposos, etc.
Y cuanto más nos has amado a través de tu Hijo Jesús que enviaste al mundo para que fuera nuestro Señor y Salvador, igualmente nos diste a la Santísima Virgen María para que fuese el modelo de santidad, aquella que te complació tanto que la hiciste madre de tu Hijo Jesús.
Padre Santo, tu nos amas tanto, no tenemos como pagarte excepto con tu mismo regalo, por eso te ofrecemos a tu Hijo nuestro Señor para que nos perdones nuestro pecado.
Adoremos al Señor - Encuentro con Jesús 16
Adoración, adoración, adoración para ti Dios Rey del Universo que mereces toda la alabanza, el honor, el poder, la adoración, el Reino y la Gloria por siempre, Amen.
Te adoramos Señor en el Trono de tu Gloria, el tabernáculo de la Divinidad, el Inmaculado Corazón de María, allí donde tú reinas Santísima Trinidad con la Voluntad del Padre, la Palabra del Hijo y el Amor del Espíritu Santo.
Te adoramos Señor en ese templo de Adoración, donde todos los ángeles y santos te adoran, allí donde tu has encontrado tu Cielo, el Inmaculado Corazón de la Santísima Virgen María.
Te adoramos Señor en el Cielo, e n la tierra, en nuestros corazones, en los templos de tu Espíritu, en los sacramentos de tu presencia en la Iglesia, en la Sagrada Eucaristía y en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito, alabado, amado, adorado y glorificado seas por siempre Señor.
Invocación del Espíritu Santo
Ven Espíritu Santo, Divino ayudante de las almas, pues te necesitamos tanto que sin ti no podríamos ni siquiera decir que Cristo es nuestro Salvador.
Ven Espíritu Santo, Amor tierno y compasivo de Dios el Padre y del Hijo, tu que llegas a nuestros corazones a llenar el vacío de nuestras almas que necesitan tanto de ti.
Ven Espíritu Santo, Espíritu que enciende la llama de nuestro Amor a Dios y al prójimo.
Ven inseparable compañero y manifiesta tu poder en nosotros, pensando, moviéndote y actuando para la Gloria del Padre y del Hijo.
Ven Espíritu Santo, saca de nosotros el espíritu carnal y material, llénanos de tu Espíritu que nos purifica y santifica.
Ven Espíritu Santo, Espíritu de la Sabiduría Eterna, llénanos de tus dones, Sabiduría, Entendimiento, Consejo, Fortaleza, Ciencia, Piedad y Santo temor de Dios.
Palabra de Dios - Lectura del santo evangelio según san Lucas - Capítulo 5: versículos 1-11
Señor Dios todopoderoso. Gracias por enviar al mundo esa virgen pura y santa que mereció ser la madre de tu Hijo.
Dios te bendiga María purísima, llena de Gracia. Tú encontraste el favor de Dios para toda la humanidad y por tu santidad Dios descendió a tu vientre virginal para santificarte y hacerte trono de su Presencia en la tierra, para hacerte madre suya y luego madre nuestra.
Dios puso en tu corazón todo su amor maternal y aunque Él es La Justicia Divina te hizo madre de la Misericordia y por eso ahora podemos acercarnos a Él a través de tu ternura.
Como te ama Dios el Padre que te escogió como madre de su Hijo, como te ama Dios el Hijo que te escogió como su madre, como te ama el Espíritu Santo que te escogió como esposa.
Y como amas tu a Dios tu Padre, tu Hijo y tu Divino Esposo el Espíritu Santo.
Bendita seas Virgen María, la nueva Eva.
Jesús Eucaristía
Bendito seas Señor Jesucristo comida de nuestras almas en la Sagrada Eucaristía.
Bendito seas Señor Jesús por haberte encarnado en las entrañas de la Santísima Virgen María, Tú la Palabra del Altísimo, el Verbo Eterno, deseaste venir al vientre de esa Virgen escogida para traer el remedio a esta humanidad enferma por el pecado.
La manzana fue la comida venenosa que Eva recibió del maligno para la muerte de toda la humanidad, ahora a través de la Nueva Eva, tu madre Santísima recibimos el pan de la vida eterna enviado por tu Padre Celestial, fruto de ese árbol de la vida que es María.
Así como humilde y silenciosamente reposaste en el vientre de tu madre santa, así también reposas en todos los altares del mundo y eres concebido espiritualmente durante la Santa Misa por el Sacerdote.
Gracias Señor por tu Presencia Eucarística, gracias por ese alimento que traes a nuestras almas que las perfecciona y las viste del traje de luz que llevaremos en la vida eterna.
Tema de este día - La Santísima Trinidad
Dios en su infinita grandeza, viene a nuestro entendimiento como la Santísima Trinidad. Dios el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Dios el Padre, Dios el Ser Supremo, el Todo Poderoso, el Omnipotente en su Divina Voluntad es la primer persona de la Santísima Trinidad. Como Padre es nuestro creador y nos ha hecho en su imagen y semejanza.
Siendo Espíritu ha colocado en nuestras almas y espíritus esa pequeña imagen de su grandeza, dándonos la dignidad de ser sus hijos.
Dios el Hijo, la palabra de Dios el Padre, el Verbo Eterno, la voz que sale con autoridad del Padre es la segunda persona de la Santísima Trinidad. El Dios invisible se hace visible en la persona del Hijo, como Dios es Espíritu puro unido al Padre por toda la eternidad, palabra que se encarnó en el vientre de la Santísima Virgen María para volverse hombre y Dios a la misma vez, para dejar esa palabra viva de su evangelio con nosotros y para sufrir por nuestros pecados como el cordero de Dios que con su sacrificio aplaca la Justicia Divina y nos da la Salvación.
Dios el Espíritu Santo es el Amor de Dios el Padre y de Dios el Hijo, ese poder Divino que lo ha creado todo y que lo sostiene. El Espíritu de Dios es el Espíritu que nos santifica, viene a llenar nuestras almas y nos vuelve sus templos, es el Divino amigo que nos aconseja, es el Divino doctor que nos sana, es el Divino maestro que nos da conocimiento de Dios, es el aliento divino que nos da fortaleza y coraje para vivir nuestra vida de cristianos.
La Santísima Trinidad se manifestó en la creación, ver el primer versículo de la Biblia.
Dios el Padre con su Divina Voluntad tomó la decisión de crear, Dios el Hijo habló por el Padre y dijo hágase la luz, y la luz fue hecha, igualmente creó con esta palabra todo lo que ha sido creado. Dios el Espíritu Santo aleteaba sobre las aguas y trajo la vida a la creación, la sostiene con el poder del Amor de Dios el Padre y el Hijo, y santifica las obras de Dios para la Gloria Eterna de la Santísima Trinidad.
Esa misma Trinidad la vemos actuar en la creación espiritual descrita en el Nuevo Testamento, ver el primer capítulo de Juan.
En el principio existía Dios, Dios uno y trino, Dios el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Estaba Dios el Padre mostrándose como la Divina Voluntad de donde Dios la cabeza de la Trinidad ejecuta su Poder a través de la Palabra. Por eso dice luego y la Palabra estaba con Dios, porque Dios en su voluntad también está en su Palabra, y dice y la Palabra era Dios, o sea que Dios estaba en el Principio como la Voluntad, pero también como la Palabra, eternamente estaban y están porque Dios no se separa de si mismo.
Y todo fue hecho por la Palabra, o sea por la segunda persona, aunque todo venía de la voluntad de Dios y al hacerse en el amor de Dios se hacía y se sigue haciendo por el Espíritu Santo la tercera persona de la Santísima Trinidad.
Y nada de lo que existe se hizo sino a través de esa Palabra, y de esa Voluntad y de ese amor que son las tres personas de la Santísima Trinidad.
Esa unidad Trinitaria representa los tres principales atributos divinos Padre – Poder, Hijo Palabra – Sabiduría, Espíritu Santo Amor Divino del Padre y del Hijo, acción de Dios que crea y sostiene sus obras.
Para nuestro conocimiento humano, esta Santísima Trinidad contiene todos los infinitos atributos Divinos y todas las perfecciones infinitas que hay en Dios.
Porque Dios se puede personalizar en cualquiera de sus atributos sin quitarle a ninguno de los demás, y porque Dios es completa armonía se nos presenta en forma de personas para que le podamos comprender mejor. Pero Dios es uno, indivisible, inmutable, eterno, sin comienzo ni fin.
Así entonces Dios es Luz y todo ha salido de la luz, y esa luz se encuentra tanto en el Padre como en el Hijo y como en el Espíritu Santo. Esa Luz ha venido a brillar en las tinieblas para disipar el mundo del pecado y para liberarnos de la esclavitud del pecado. Esa luz ha venido a llenarnos para convertirnos en la luz del mundo.
Dios es la Gracia que vino a la tierra, el favor de Dios que descendió a perdonar y a volver a recrear la imagen perfecta que había colocado en el hombre cuando lo creó pero que fue manchada por el pecado. Esta Gracia llenó la Virgen María para que con el favor de Dios para toda la humanidad concibiese su Hijo, el Espíritu de la Palabra de Dios que se hizo carne en su vientre virginal. Y así Jesús entró al mundo lleno de Gracia y Verdad. En Él encontramos el camino al Padre, en Él conocemos la Verdad que tanto hemos ignorado y en Él tenemos la Vida, no solo la vida que llevamos en este cuerpo perecedero sino la vida del alma y el Espíritu, que son el aliento eterno de Dios en cada uno de nosotros los seres humanos.
Dios el Padre está siempre rodeado de Luz, Majestad y Gloria, pues eternamente es el Espíritu Padre de todos los Espíritus y todo lo que existe y ha existido ha sido creado para su placer y su Gloria.
Dios el Hijo, ha venido al mundo de la materia y el tiempo para salir por un momento de la eternidad y glorificar al Padre en su creación por causa de nuestro pecado, por eso tuvo que entregar su vida en la cruz para el perdón de nuestros pecados y para abrirnos el camino para la vida eterna en el Padre.
Dios el Espíritu Santo, es el Amor de Dios el Padre y Dios el Hijo, unido para crear, bendecir, amar, proteger y santificar la creación para la Gloria De toda la Trinidad.
Dios vive en lo más alto de lo alto, en su Luz, Majestad y Gloria pero hace su morada en un corazón humilde y contrito como el de la Virgen María, y así mismo desea hacer su morada en cada uno de nosotros.
Como Santísima Trinidad, Dios desea entronizarse en nuestros corazones, pues somos templos de su Espíritu, y este Espíritu es el mismo Espíritu del Padre y del Hijo.
Es difícil encontrar a Dios porque Dios es Espíritu, tan solo lo podemos encontrar a través de los ojos de la fe y debemos por eso seguir la recomendación de Jesús que nos dice que los verdaderos adoradores adorarán a Dios en Espíritu y en Verdad.
Dios está entronizado en el Inmaculado Corazón de María, esto hace que nos sea muy fácil encontrarle si venimos a nuestra madrecita celestial con nuestras devociones para que ella nos purifique y nos acerque a la morada de Dios en ese templo Sión en su Inmaculado Corazón.
Oración de sanación
Señor Jesús, cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, por tus santas llagas somos sanados. Hoy venimos a pedirte sanación del cuerpo y del alma.
Tú has dicho, vengan a mí todos los que estén cargados, Yo les daré alivio a sus almas. En esta carga que te entre gamos están nuestros problemas, necesidades, enfermedades, luchas, angustias, problemas económicos, dudas, miedos y todo lo que nos aplasta. Llevamos también estas llagas del pecado que necesitan tu sanación.
Entra a nuestra vida Señor Jesús, pasa sanando desde el momento de nuestra concepción en el vientre de nuestras madres, sana la relación de nuestros padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos y todos nuestros ancestros también toda nuestra generación incluyendo hermanos, primos, parientes y también amigos y todos los que hemos conocido.
Lávanos con tu Preciosa Sangre, vístenos con tu Luz, rompe las cadenas que nos atan al demonio, libéranos de todo mal.
Lo dejamos todo en tu santas manos Señor, que nuestros deseos se conviertan en los tuyos y así sea tu voluntad y no la nuestra.
Señor, encárgate de todo, te lo pedimos por la intercesión de tu madrecita Santa la Virgen María, nuestra madre dolorosa corredentora del mundo.
Unidos a la Virgen María, a los ángeles y a los santos te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te exaltamos, te magnificamos, te damos gracias Señor.
Gloria a Dios, Gloria a su Santísimo Nombre, Gloria a la Santísima Trinidad. Danos tu paz Señor.
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Gracias por participar en nuestro Encuentro con Jesús, recuerda que debemos crecer continuamente en nuestra fe y aquí nos reunimos precisamente para adorar al Señor y recibir su enseñanza.
Participa este programa, Dios debe ser conocido y amado, hagamos Apostolado con los medios.
Que el Señor nos bendiga y nos proteja, que nos purifique en su luz y su Gracia, que nos muestre su rostro, nos de la santidad y nos llene de la Paz.
Amén.
Terminamos con la bendición del Padre Humberto Uribe, de la parroquia de de San Francisco en Armenia Quindío.
Soy el padre Humberto Uribe, franciscano de la parroquia de San Francisco aquí en el centro de Armenia, estoy recién llegado a esta parroquia quiero por este medio darle una bendición muy especial a todos los oyentes de la voz de la esperanza, donde realmente se alaba a Dios se tiene en cuenta las cosas de Dios, se vive con Dios. Que el señor desde el cielo los bendiga y los ayude en esta propagación de su palabra, en hacer conocer todas las cosas de Dios sin ningún temor, sin ningún miedo, sin ningún respeto humano. A veces el respeto humano hace que nosotros no seamos capaces de hablar públicamente de Dios y Dios es lo más grande que puede existir en la vida del ser humano, entonces ustedes los oyentes y las personas que dirigen este apostolado en la voz de la esperanza, reciban una bendición muy especial del Señor. Que el Señor los bendiga los guarde, los lleve con bien, les de toda la fortaleza y toda la ayuda, para que puedan seguir haciendo su apostolado dignamente y extendiendo el reino de Dios en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Encuentro con Jesús 16
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